Hoy en día gran parte de la población cuenta con información en la red, ya sea con cuentas en redes sociales, cuentas bancarias, información sobre propiedad intelectual etc. Nuestra información se ha vuelto más accesible que nunca. Esta accesibilidad presenta una doble cara: mientras ofrece comodidad y conectividad, también conlleva riesgos significativos.
Información que al ser vulnerada para dar acceso a alguien ajeno resulta en una amenaza significativa para la privacidad y seguridad de las personas. Con la creciente dependencia de la tecnología y la digitalización de la información, la exposición a posibles filtraciones de datos se ha vuelto una preocupación cada vez mayor. Cuando la seguridad de esta información se ve comprometida y cae en manos no autorizadas, puede conducir a consecuencias graves, como el robo de identidad, el fraude financiero o la violación de la privacidad personal. Por lo tanto, proteger esta información se vuelve crucial para salvaguardar la integridad y el bienestar de los individuos en la era digital.
Ante esto se han presentado dos casos en particular en lo que va del año, el primero se trata de la divulgación de una base de datos de mas de 300 periodistas en la cual se exponía información personal generando no solo consecuencias de impacto personal sino consecuencias que comprometen su seguridad y la de sus fuentes, poniendo en riesgo su integridad física y emocional, de lo cual pueden presentar amenazas y represalias por lo que esto representar el menoscabo a la libertad de prensa.
El siguiente caso se trata de la filtración de los números telefónicos de políticos y servidores públicos entre ellos el de las candidatas a la presidencia Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez ante lo cual se vieron acosadas por mensajes demostrativos.
Ante estás situaciones nadie está exento por lo que es necesario tomar medidas pertinentes para su prevención, una de estas medidas es la transparencia, ya que la divulgación de datos resalta la importancia de la transparencia en la administración de la información, tanto para abordar adecuadamente los incidentes en el momento que suceden como para evitar posibles problemas de seguridad de datos en el futuro.