El frustrado intento de robo al templo de Tlaltenango terminó en incendio que afectó el portón. Los disparos de los maleantes, acaso por la ira o para destrozar la cerradura, provocaron la rápida atención de elementos de la Policía Preventiva, lo mismo que del cuerpo de Bomberos, del ayudante municipal y de los vecinos, lo que impidió que las cosas pasaran a mayores.
Se presume que fueron varios sujetos que, después de robar cables que conducen energía eléctrica, intentaron entrar a la nave principal, pero no pudieron vulnerar la chapa, por lo que tal vez iracundos, decidieron accionar sus armas de fuego. Los vecinos, que alarmados escucharon los disparos, llamaron a la policía de inmediato.
Al no poder concretar el robo, los delincuentes prendieron fuego a un bote con basura cercano a la puerta, que fue alcanzada por las llamas, provocándole graves daños.
La rápida presencia de policías y después de los bomberos, así como del ayudante municipal, seguido por los vecinos, obligó a que los maleantes escaparan a toda prisa, pero el daño ya estaba hecho al portón.
El padre Antonio, de la parroquia en honor de la Virgen de los Milagros, de Tlaltenango, afirmó que se encontraba solo en el templo cuando ocurrieron los hechos y agradeció el respaldo tanto de las autoridades como de la comunidad, que acudió a prestar apoyo.
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El acto, que el padre calificó como vandálico, es producto de la creciente violencia e inseguridad que lamentablemente está propagándose en las comunidades de la entidad, por lo que llamó trabajar más en la unidad familiar, la atención a los hijos y fortalecer la unidad social.
No es este el primer incidente vinculado con un robo que ha ocurrido en la iglesia de Tlaltenango. Ya el dos de diciembre de 2016 fue robado un cuadro con la imagen de la Virgen Peregrina, que data de 1730, que forma parte del arte sacro, y tiene un valor incalculable.
La iglesia de Tlaltenango es muy conocida en Cuernavaca porque cada año se celebra la aparición de la Virgen de los Milagros, ocurrida según la fe en 1720. Los festejos comienzan el 30 de agosto y terminan el 12 de septiembre. Esta vez, el intento de los maleantes de entrar a la nave principal del templo no se concretó, pero sí causó alarma entre los vecinos por los balazos y el incendio, porque en la ola de inseguridad que azota a Morelos, las iglesias no se salvan de los intentos de robo, ni los sacerdotes de las llamadas de extorsión.