Multitudes de ciudadanos en todo el país se sumaron este miércoles al paro contra las reformas impulsadas por el gobierno del nuevo presidente, Javier Milei.
A las 12:00 hora local (15:00 GMT) comenzó la jornada de huelga general de 12 horas convocada por los principales sindicatos y secundada por partidos políticos y organizaciones sociales.
Armados con pancartas y banderas albicelestes, grupos de manifestantes corearon consignas en las calles de Buenos Aires contra las reformas del gobierno de Milei, orientadas a desregular la economía argentina y a reducir el tamaño del Estado y sus niveles de intervención.
Según los organizadores se sumaron 500.000 personas, mientras la policía contó 100.000 y el gobierno 40.000.
La protesta ocurre solo 45 días después de que el presidente, que se autodenomina "liberal libertario", asumiera el cargo tras su holgada victoria electoral contra el candidato peronista Sergio Massa.
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Los convocantes del paro se oponen al decreto de necesidad y urgencia (DNU), en vigor desde el 29 de diciembre y en disputa judicial en varios puntos, y al proyecto de ley de reforma del Estado (conocido como "ley ómnibus") que este mismo miércoles logró el apoyo de parte de la oposición para poder pasar a ser debatido en el pleno del Congreso.
Los ministros del gobierno de Javier Milei criticaron la huelga general, llamaron "oligarquía" a los sindicalistas que la convocaron y los acusaron de tratar de defender sus "privilegios".
En BBC Mundo te presentamos 3 claves de la jornada de huelga de este miércoles en Argentina.
1. Quién la convocó
Los sindicatos más poderosos de Argentina organizaron el paro nacional del 24 de enero, que acabó a medianoche hora local.
La Confederación General del Trabajo (CGT, el principal sindicato del país) lideró la convocatoria junto a la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA).
Los secundaron organizaciones que representan a trabajadores de varios gremios, desde obreros de la construcción y camioneros hasta educadores y empleados de la salud.
También acudieron representantes políticos vinculados al peronismo, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Alex Kicillof, que fue uno de los más destacados entre los miles de asistentes a las marchas.
Estas comenzaron con una movilización frente al Congreso en Buenos Aires, a la que siguieron actos en la capital y otras ciudades del país.
Durante la huelga se paralizó el transporte aéreo del país, lo que afectó a unos 20.000 usuarios por la cancelación y aplazamiento de más de 300 vuelos de Aerolíneas Argentinas con una pérdida de unos US$2,5 millones, según el gobierno.
El transporte público terrestre se mantuvo operativo durante buena parte del día, ya que los sindicatos consideraron que era necesario para movilizar a manifestantes, aunque anunciaron cortes desde última hora de la tarde.
2. Cuáles son sus razones
Los convocantes del paro buscan echar por tierra las dos principales reformas con las que Milei trata de revitalizar la maltrecha economía argentina, golpeada por serios problemas como la hiperinflación, la falta de productividad, una elevada deuda o un déficit crónico.
El presidente cree que el Estado es demasiado grande e ineficiente, por lo que ha planteado importantes recortes a los que se resisten los sindicatos, que consideran que esto supone privar de derechos a las clases trabajadoras y vulnerables.
"Vamos a seguir la lucha hasta que caiga el DNU y rechacen la ley ómnibus", proclamó el secretario general de la CGT, Héctor Dáer, en su discurso de este miércoles en la Plaza del Congreso de Buenos Aires.
El decreto de necesidad y urgencia, anunciado el 20 de diciembre tras solo dos semanas de gobierno de Milei, pretende modificar o derogar 366 leyes que regulan distintos sectores de la economía.
Para ello establece, entre otras medidas, la desregulación del comercio, los servicios y la industria, y otorga al Estado la facultad de promover un sistema económico "basado en decisiones libres".
La llamada ley ómnibus, con 600 artículos que modificarían 20 leyes, propone desregular una gran variedad de sectores económicos, desde el laboral hasta el comercial, el inmobiliario, el aeronáutico, el de la salud y hasta el de los clubes de fútbol.
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El paquete se centra en áreas que, según la Constitución, solo pueden ser modificadas por el Congreso, por lo que se ha puesto en duda su viabilidad, que dependerá de las negociaciones en curso entre el partido gobernante (La Libertad Avanza) y otras fuerzas políticas con representación en la cámara.
Entre las principales críticas al proyecto de "ley Ómnibus" está el modo en que fue propuesto: el gobierno buscó impulsar una votación en bloque de más de 500 artículos para ser aprobados o rechazados en su totalidad, en lugar de abrir el debate artículo por artículo, como pedía la oposición.
"Cualquier diputado o senador peronista que vote esta ley va a estar traicionando, primero, el sentido de su existencia en el peronismo y, segundo, a la patria", clamó este miércoles la senadora de la provincia de Buenos Aires Teresa García, de Frente de Todos (FdT), el partido liderado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
3. Qué dicen Milei y su gobierno
Javier Milei permaneció durante la jornada del paro en la Quinta de Olivos, la residencia presidencial en Buenos Aires.
Según indicaron fuentes oficiales al diario Clarín, el mandatario cree que la huelga general de este 24 de enero será "de utilidad" ya que perjudicará la imagen de sindicatos y gremialistas entre la sociedad argentina.
Milei se mantuvo activo en X (antigua Twitter), donde compartió varios textos en los que su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y otros usuarios exhibían imágenes de negocios operativos y calles transitadas para tratar de demostrar que el paro apenas tuvo seguimiento entre la ciudadanía.
Bullrich declaró que el presidente "está tranquilo, sabe que las cosas están funcionando y confía en que la mayoría de los argentinos está trabajando".
Clarín aseguró que el gobierno estima de forma extraoficial en unos US$1.500 millones las pérdidas económicas por las protestas del miércoles.
Aun así, la ministra de Seguridad afirmó que "la ciudad [de Buenos Aires] está trabajando, el Gran Buenos Aires también” y que "la movilización es un punto mínimo en relación a la cantidad de gente que ha decidido trabajar".
En una publicación de X, Bullrich calificó a los convocantes como "sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos" que están "resistiendo el cambio que decidió la sociedad democráticamente".
"A nosotros no nos acorrala nadie, menos una marcha de 40 mil personas, cuando hay 8 millones de personas que quieren trabajar. Los que van a ir a la marcha son el 0,5 por ciento. No existe...", sentenció.
Las autoridades desplegaron policías para controlar las marchas.
La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Diana Mondino, también opinó que el paro "no tiene justificación".
"Convocado por la oligarquía de millonarios con autos blindados y chofer, falsos representantes de los trabajadores, ratifica que estamos en el camino correcto. Las cosas se consiguen con esfuerzo, no llorando y pataleando. No les tenemos miedo", expuso.
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