El año de mayor violencia feminicida en Morelos

Palabras compartidas

Una llamada telefónica alerta: “mi hija está presa en el penal de Coatlán del Río y está siendo golpeada y sin alimentos, se ha tratado de matar dos veces por el maltrato que vive a manos de las autoridades”. El feminicidio ocurre cuando se da en un contexto de violencia e impunidad contra las mujeres. También es necesario señalar que las muertes violentas de mujeres ocurridas en el Centro Federal Femenil de Readaptación Social ubicado en Coatlán del Río, deben ser investigadas con el protocolo de feminicidio y no ha sido así, por lo que instituciones como el Instituto Federal de la Defensoría Pública y la CNDH a través de la Recomendación 276/2023 emitida el 15 de diciembre de 2023, donde concluyen que existe un clima de impunidad y de violencia emocional que propician eventos suicidas de manera sistemática que están relacionados y no son hechos aislados, por lo que en varios de los casos mencionados la Fiscalía debe aplicar el protocolo sobre feminicidios, a fin de confirmar o descartar la posible comisión de feminicidios, en contexto de reclusión.

Durante 23 años hemos documentado la grave violencia feminicida prevaleciente en Morelos para alertar a la sociedad, para que se tome conciencia y se actúe en todos los niveles con el fin de poner un alto a las violencias que sufren las mujeres y se garantice un acceso a una vida digna, plena, justa y en igualdad de condiciones. Mientras las autoridades no apliquen todas las medidas de prevención, atención, sanción y erradicación del feminicidio en Morelos, no se harán efectivos los derechos humanos ni se garantizará el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia como lo establece la ley en nuestro país.

Cada muerte violenta de mujeres es una afrenta a las víctimas y al conjunto de la sociedad, la impunidad únicamente beneficia a quienes cometen éstos crímenes y daña terriblemente los mejores sentimientos de las personas y termina destruyendo la posibilidad de mejores relaciones sociales de convivencia.

Las estadísticas oficiales están muy alejadas de la realidad. Hemos revisado cada uno de los casos de enero al 31 de diciembre del 2023 y se han documentado 125. Dando un total de 1428 feminicidios en 23 años.

Es así, que el 2023 fue el año más violento para las mujeres con 125 feminicidios, superando con 18 feminicidios al año 2022, que hasta entonces había sido el año más violento para las mujeres.

Durante el año 2023 fueron 26 los municipios que integran la Geografía del Feminicidio en Morelos. Los municipios con mayor número de feminicidios fueron: Cuernavaca con 26; Cuautla con 15, Jiutepec con 13; Coatlán del Río con 11; Emiliano Zapata con 9; Zacatepec con 6.

De acuerdo con el seguimiento de prensa realizado del 2000 al 31 de diciembre del 2023 por la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos A.C., el rango de edad de las mujeres asesinadas fluctuó entre algunas horas de nacida y los 94 años. Se observó que el mayor número se encuentra entre los 21 y 30 años, con 277 casos; seguida de la categoría de entre 31 y 40 años, con 190 feminicidios; y en tercer lugar tenemos el rango de entre 11 y 20 años, con 131 registros.

Y durante el año 2023, las mujeres victimadas estaban principalmente en el rango de edad de los 21 y 30 años, y de 31 a los 40 años, con 5 registros cada uno.

Uno de los aspectos más lacerantes que se han vivido en éstos 12 meses ha sido precisamente la violencia e inseguridad que se ha generalizado en Morelos. Los datos son verdaderamente preocupantes, sobre todo debido a las muertes violentas que se han acumulado en una escala muy superior en comparación con años anteriores. Los datos oficiales así lo muestran. La realidad, sin embargo, es mucho peor, ya que gran cantidad de hechos violentos no son denunciados ni llegan a las autoridades, por lo que las estadísticas reflejan en menor medida lo que se padece cotidianamente.

La violencia cotidiana lacera gravemente los derechos humanos de las personas que la viven directamente y termina afectando al conjunto de la sociedad. El derecho a la vida nadie debe ponerlo en cuestión ni justificarlo cuando ocurren crímenes en contra de personas, públicamente conocidas o desconocidas, al responsabilizarlas de sus propias muertes al señalar que ellas mismas se lo buscaron por el lugar donde andaban, el modo de vestir, las circunstancias en que ocurrieron.

Particularmente graves son las desapariciones de mujeres que son localizadas sin vida, ya que son dos agravantes de la violencia feminicida, que podría ser analizada por la unidad de contexto que, sin embargo, no funciona en la Fiscalía de Justicia del Estado, a pesar de haber ejercido el presupuesto, apuntando como hipótesis de las femi-desapariciones ligadas a la trata y explotación sexual de mujeres.

Hay que señalar que el gobierno actual, en sus diferentes niveles, como los gobiernos anteriores, son los responsables de que nos encontremos en éste grado de descomposición social, ya que en lugar de aplicar políticas públicas que garanticen una seguridad ciudadana con respeto a los derechos humanos, han priorizado sus intereses económicos y políticos por encima de los intereses colectivos.

Es claro que si se aplicaran todas las medidas de la Alerta de Violencia de Género por las autoridades tendríamos un panorama distinto en Morelos. Seguiremos exigiendo que no haya simulación ni negligencia en la atención, investigación y sanción para erradicar el feminicidio y garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

Ningún caso de feminicidio debe permanecer impune. Por eso es importante que la sociedad proteste y se organice, exija y se movilice en las calles y plazas, porque no se puede ser indiferente ante tanta violencia que termina afectando a toda la sociedad. Basta de feminicidio en Morelos. ¡Ni una más!

*IR