Concluye el 2021 y en la agenda del magisterio, hay avances y retrocesos que nos obligan a reflexionar sobre el rumbo a seguir y de las decisiones que hay que tomar, de forma tal, que los derechos y conquistas laborales de los trabajadores de la educación, no se vean afectadas; que se garantice que las condiciones en las que se darán las clases presenciales –adaptadas a esta nueva normalidad que impuso la contingencia sanitaria por el COVID-19--, sean las más adecuadas, no solo para proteger a la fuerza magisterial, sino para garantizar que nuestros alumnos y sus familias, no sean presa de este virus.
El saldo, es diverso, pero no debe de generar condiciones desánimo entre los maestros. Todos, organizados, podremos salir adelante y en Morelos, ya lo hemos demostrado en reiteradas ocasiones, ya sea ante los sismos y las inundaciones que han afectado a las escuelas y a los docentes y hasta en las movilizaciones, cuando salimos a las calles, para exigir respeto a nuestros derechos. Esa es, la “Fuerza del Magisterio”: la unidad.
Hagamos una rápida revisión de estos pendientes: Uno de los que se han avanzado y que, parece ser que en las próximas semanas, se estará dando solución, es el asunto de las horas adicionales, lo que es un hecho histórico. Este asunto, es un pendiente que se viene arrastrando desde 2016, que ha afectado a los compañeros clasificados con “Horas de Rubrica” y esperamos que se dé, tal y como lo han difundido las autoridades educativas. Ojala que se vea reflejado en sus bolsillos. Al avanzar en este tema, se da certidumbre a los compañeros.
El pago de la segunda parte del aguilando de los jubilados y homologados. También debemos estar pendientes, como gremio, sobre el rumbo a seguir en torno a la llamada “Prima de Antigüedad” que por derecho, deben de acceder, los maestros jubilados. Sin la aprobación de una nueva versión del presupuesto, los recursos se quedan como en el 2021, y por consecuencia, sin los recursos necesarios para atender esa necesidad. Como maestros en activo, debemos de estar al pendiente, para apoyar en su momento, las decisiones que los maestros jubilados asuman, ante esa situación.
Otro tema que está en la lista de los problemas irresueltos, es el rumbo que habrá de darse para solucionar la problemática que viven los maestros pertenecientes al Programa Nacional de Ingles o Maestros PRONI, que salieron a las calles en estos últimos días, para pugnar por la regularización de sus plazas. Esperemos que este asunto se salde, antes de marzo.
En cambio, este 2022 trae muchas expectativas y proyectos que se pueden consolidar. Viene para Morelos y el magisterio, temas muy interesantes, como lo es la renovación de la dirigencia de la Sección 19 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE)… este es el año.
En el año que inicia, pese a las adversidades, se generan buenas expectativas, se hacen planes, se tienen esperanzas y ese, es el ánimo del magisterio.
Los maestros, que en su gran mayoría ya están trabajando, están a la espera de la aplicación de la segunda dosis, el refuerzo de la vacuna contra el COVID-19. Su aplicación, genera condiciones de mayor confianza para realizar nuestras labores cotidianas. El proceso avanza lento, pero avanza.
Por nuestra parte, hacemos el compromiso de que, desde este espacio, seguiremos en el 2022, transmitiendo, compartiendo y opinando en defensa de las causas y los derechos del magisterio morelense. Lo que vivimos cotidianamente como gremio, es un tema que nos concierne a todos como sociedad. Seremos optimistas, pero también críticos. Somos parte de esa “Fuerza del Magisterio” que mueve los engranes de la educación pública y eso, nos llena de orgullo. Lo mejor, en este año que comienza.