La Fiscalía General del Estado se ha convertido en la puerta giratoria para la liberación de integrantes de bandas delictivas, puesto que al no acreditar con pruebas suficientes sus acusaciones, los jueces otorgan la libertad a presuntos hampones.
Eso lo afirmó el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, quien destacó que hace falta mayor colaboración tanto de los agentes del Ministerio Público como de la propia Fiscalía con el Ayuntamiento, a fin de combatir la delincuencia.
Citó el caso en el que dos policías fueron muertos al enfrentar a delincuentes fuertemente armados, la madrugada del 20 de noviembre. Uno de los presuntos inculpados, que viajaba en una motocicleta, ya obtuvo su libertad, pues el juez afirmó que no encontró los elementos suficientes para su consignación, lo que habla de las deficientes investigaciones, puesto que pudieron practicársele pruebas para detectar residuos de pólvora en sus ropas como prueba de que accionó un arma.
Este hecho indigna, puesto que en la balacera de los policías preventivos de Cuernavaca con los delincuentes, dos elementos fueron abatidos a balazos por los delincuentes, y uno de los presuntos responsables ahora ya fue puesto en libertad por falta de pruebas.
“La Fiscalía no nos ayuda dándonos información de todas las personas que ponemos a su disposición para vincularlas a proceso y que salen de manera inmediata. Con esto se acredita que la puerta giratoria del nuevo sistema está bien engrasada”. El edil agregó que se busca que haya una mayor vinculación con el Ministerio Público y que éste cumpla su función con las áreas a su cargo.
Se le cuestiono en torno a si entonces lo que ocurre es que la Fiscalía no está investigando, a lo que aseguró: “No, no está investigando. La Fiscalía no lo está haciendo y esto se demuestra con toda la impunidad con la que están actuando los grupos delictivos”.
El alcalde refirió que la noche de la balacera en la que cayeron dos policías preventivos en cumplimiento de su deber no tuvieron apoyo de ninguna otra institución, pues se le cuestionó en torno a si la Comisión Estatal de Seguridad Pública tuvo conocimiento del caso. Dijo que tuvieron llamadas al 911 y acudieron cuando ya todo había pasado. La policía de Cuernavaca actuó con sus propios medios y capacidades.
El alcalde afirmó que no quisiera que los elementos de la Policía Estatal estuviera todo el tiempo en la capital del estado, desatendiendo otros municipios. “Lo que pedimos es que atiendan los muicipios que están en el Mando Coordinado y que hoy no lo están llevando acabo. Delitos que se cometen en Jiutepec, en Temixco, son por grupos que se mueven libremente por esos municipios, como en Cuernavaca. Nosotros podemos responder, pero si allá no lo hacen, hay consecuencias más graves”.
Descartó el llamado “efecto cucaracha” derivado de grupos delictivos que operan en Guerrero y que pudieran estar operando en Cuernavaca. Son las mismas organizaciones que ya se tienen identificadas.
Con respecto a los dos policías detenidos por extorsionar a un estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el alcalde afirmó que el Ayuntamiento no puede defenderlos y, más aún, también serán investigados por Asuntos Internos de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano. De igual manera, descartó que hubiera cambios en la Seprac, simplemente uno de los directores salió de vacaciones y hay un encargado de despacho mientras tanto.