En un partido que dejó mucho que desear, Escorpiones, bajo la dirección de su entrenador Omar Ramírez, enfrentó una derrota contra Irapuato que ha dejado al equipo en un estado de reflexión y autocrítica. El estratega no dudó en admitir las deficiencias de su equipo durante el encuentro y asumió la responsabilidad por el desempeño decepcionante.
"La verdad es que durante el partido salimos lentos, en la recuperación de la pelota estuvimos a destiempo y en la cuestión individual nos afecta mucho, el no hacer los goles y no solo en este juego, sino en todo el torneo. La verdad es que hoy me siento apenado por lo mostrado ante nuestro público", expresó Ramírez.
Sin buscar excusas, el entrenador reconoció la brecha entre lo que se trabaja en los entrenamientos y lo que se demuestra en el terreno de juego. "Por lo tanto, aquí quien asume la responsabilidad soy yo, soy quien toma las decisiones y lo que hicimos hoy no se lo merece el público", añadió con determinación.
Con la mirada puesta en el futuro inmediato, Ramírez reveló que el equipo buscará cerrar dignamente esta primera parte del torneo en calidad de visitante, enfrentando a Petroleros de Salamanca. Sin embargo, el entrenador dejó claro que se requerirá un esfuerzo colectivo y un renovado compromiso por parte de los jugadores.
"Habrá que entender que los jugadores deben sentirse todavía comprometidos con la camiseta. Ya veremos los elegidos para este último partido, y aunque he tenido elementos que han sido competitivos, han perdido de vista los objetivos, los cuales tenemos que retomar a la brevedad", concluyó Ramírez, señalando la necesidad de recuperar el enfoque y la determinación para alcanzar los objetivos del equipo. Con esta declaración franca y directa, el entrenador deja claro que no se tolerarán excusas y que se espera un cambio de actitud inmediato por parte de los jugadores.