A unos pasos de un evento encabezado por el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, un hombre fue baleado y muerto a bordo de su camioneta. Su acompañante, una mujer, de milagro no fue alcanzada por las ráfagas, pero quedó gravemente afectada por el estruendo de las balas y ser testigo de cómo sucumbía su acompañante.
Esta mañana, mientras el mandatario estatal presidía la entrega al Premio Estatal de la Juventud, en el Centro Cultural Teopanzolco, una camioneta Nissan negra fue baleada por desconocidos en las inmediaciones de avenida Río Mayo, en la colonia Vista Hermosa.
Mañana soleada en la que cerca del mediodía, de pronto todo se tornó sorpresa, terror y muerte en los tripulantes de una camioneta tipo Pick Up de modelo no reciente. El cotidiano ruido de los autos al circular fue roto por el estruendo de las armas de fuego al accionarse. El conductor de la camioneta fue muerto por la lluvia de balas que sus agresores, por motivos hasta ahora desconocidos, dispararon contra él.
Una mujer de mediana edad que viajaba con la víctima de milagro resultó ilesa, pero no se salvó de una grave crisis nerviosa. Incrédula, sorprendida, temblando de pánico, no acertaba a comprender lo que ocurría, como si lo ocurrido fuese una pesadilla.
Elementos de la Guardia Nacional, de la Fiscalía del Estado, de la Comisión Estatal de Seguridad Pública y policías de Cuernavaca arribaron al lugar y acordonaron la zona. De inmediato se desvió la circulación y también se impidió el paso a los peatones.
Desde sus establecimientos comerciales, los vecinos estaban a las entradas de sus negocios, atestiguando cómo la policía realizaba sus procedimientos, pero también fijando la mirada en la camioneta recién baleada.
Peritos de la Fiscalía General recogían los casquillos de las balas, aún con el cuerpo inerte de la víctima en el vehículo, mientras en la banqueta, la mujer que lo acompañaba caminaba aún sobresaltada, de un lado a otro, bajo la custodia de la policía y elementos de la Guardia Nacional.
Integrantes de la Fiscalía General batallaban con los conductores de los vehículos y transeúntes, a los que decían el consabido "No puede estar aquí".
Minutos más tarde, fueron levantados los cordones del cerco para abrir paso al personal en una camioneta del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General, que aún tuvo que esperar a que el perito terminara su labor, para realizar el levantamiento del cadáver.
Los jóvenes que en grupos habían abandonado el Centro Cultural Teopanzolco después del evento del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo cruzaban por ahí, atestiguando lo que la violencia y el crimen que azota a Morelos provoca día con día, sin poder explicarse ni comprender las razones de la inseguridad y el crimen cotidianos.
Y es que, en efecto, llama la atención que el singular crimen haya ocurrido en una zona en cuyas inmediaciones se encontraba el gobernador terminando un evento oficial. Y no menos relevante es que el hecho ocurriera casi a mediodía, en una colonia y avenida que no son propiamente humildes, violencia de la cual fueron testigos los jóvenes que momentos habían escuchado las palabras de aliento y optimistas del mandatario…