La falta de atención médica y maltratos, con riesgo de suicidios, la incomunicación y condiciones poco dignas de vida son la constante en el Cefereso 16 de Morelos, en Coatlán del Río, de acuerdo con investigaciones, entrevistas y análisis realizados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en un penal concesionado a la iniciativa privada, lo que supuestamente debió garantizar mejores condiciones para las internas, particularmente las que padecen enfermedades o de adicciones, que no reciben atención adecuadas.
Los estudios realizados por la CNDH revelan que los abusos más frecuentes cometidos contra las internas son los siguientes: traslados a otros centros penitenciarios o módulos sin la protección de derechos y sin aplicar la perspectiva de género; inadecuada integración de registros en el expediente único; procesos de encierro prolongado o aislamiento; obstaculización en la comunicación con el exterior; condiciones de habitabilidad que vulneran la dignidad de las personas; insuficiencia de personal de seguridad y custodia, técnico, de psicología, trabajo social, criminología y médico para cubrir las necesidades de las mujeres privadas de la libertad; falta de atención a la salud física y mental y falta de atención al riesgo suicida.
Una serie de entrevistas realizadas por la Comisión a 59 internas del Módulo 10 del Cefereso 16 de Morelos reveló lo anterior, y no obstante haberse hecho públicas las deficiencias y atención a las internas, así como las recomendaciones correspondientes, e incluso haber firmado convenios con las autoridades del penal, poco ha mejorado la situación de las internas.
Un comunicado de la Comisión fechado en marzo de este 2023 refiere que el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) de la CNDH “…se encuentra en constante contacto con el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social para la implementación de acciones de prevención indirecta que abonen a la construcción de una política pública estructural de inmediato cumplimiento, así como de acciones de implementación a mediano y largo plazos”. No obstante, todo parece indicar que la corrección de deficiencias esperará aún algo de tiempo.
El Cefereso 16 de Morelos es un proyecto público-privado, cuyo contrato se firmó en 2010 y entró en operaciones en 2015 por adjudicación directa durante 22 años a Capital Inbursa por la entonces Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal y el responsable es el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención Social. El proyecto consiste en el diseño, construcción, equipamiento, operación y mantenimiento de la infraestructura y requerimientos físicos, materiales y tecnológicos del Cefereso No. 16, en Coatlán del Río, Morelos, a efecto de que el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) pueda llevar a cabo su función penitenciaria.
Con todo y que el proyecto de participación pública en inversión y con responsabilidad privada para su operación, ya desde 2019 presentaba numerosas deficiencias, promediando en calidad de servicio una calificación de 7.63, con un alarmante 5.56 en la atención a Grupos de Personas Privadas de la Libertad con requerimientos Específicos, es decir, que padecen lo mismo enfermedades mentales u otras que requieren atención especializada, porque prácticamente se quedan a medias en la atención. Otro grave caso es el de la desatención a internas con problemas de adicciones, que apenas alcanzaba la calificación de 1.08 de calificación.
El camino para mejorar las condiciones de dignidad y vida de las internas, como plantea la Comisión Nacional de Derechos Humanos, será largo, aunque urge atender inmediatamente rubros, como los ya especificados.