El Comité Ejecutivo Nacional de Morena pone las reglas, abre los frentes de batalla y le suelta las manos a quienes buscan la candidatura a gobernador de Morelos; la guerra sin cuartel está por arrancar y los aspirantes aceleran el paso.
Son seis quienes buscan tan ansiada posición y dos grandes grupos irán a un choque de trenes que necesariamente traerá consecuencias, porque se antojan irreconciliables y antagónicos a morir.
Por un lado, están simpatizantes y militantes de vieja guardia, quienes consideran que a quien ya le toca es al funcionario del gobierno federal, Rabindranath Salazar Solorio, por el otro, cuadros nuevos y de reciente ingreso, adheridos al ala que comanda el hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, Ulises Bravo y que son los que controlan -por decisión del líder nacional Mario Delgado- el partido en la entidad.
Por este grupo van dos, Margarita González Saravia y Víctor Mercado Salgado así que habrá tiro y fuerte.
Hay quienes van “apadrinados” por fuerzas del pasado, cómo Lucia Meza Guzmán, que a pesar de que lo niegue, es la carta de Graco Ramírez.
Y bueno, otros como los presidentes municipales de Jiutepec, Rafael Reyes Reyes y de Jojutla, Juan Ángel Flores Bustamante, van solos, confiados en el trabajo que vienen desempeñando como tales.
Van pues a un escenario en el que uno de esos grupos perderá la carrera por la gubernatura y no se descarta que el partido sufra una desbandada, porque andan tan enfrentados, que difícilmente habría diálogo, arreglo y reconciliación; a menos que desde arriba los sometan, pero aun así se antoja difícil, pero así se advierten las cosas en Morena.