Con el inicio del mes patrio oficialmente inició el proceso electoral del 2024, las llamadas elecciones más grandes de la historia, a través de las cuales en el caso de Morelos se renovarán las 36 presidencias municipales, las 20 diputaciones locales, las cinco diputaciones federales y las senadurías; además, obviamente de la presidencia de la república, por lo que a partir del primer día de enero de este 2023, todos los suspirantes comenzaron a moverse para salir en la foto. Ya no es como en los tiempos del viejo Partido Revolucionario Institucional, cuando dicho por los grandes dinosaurios “no salía en la foto” el que se movía.
Hoy es al revés, todos se mueven porque piensan que de no ser así podrían quedar descalificados y si no me cree nomás mire la inmensa cantidad de espectaculares, de traseros de rutas y la agobiante publicidad en redes sociales. Desde luego que veremos en el caso de alcaldías y las diputaciones locales a varios que buscarán la reelección y otros más darán el salto a una mejor posición de la que actualmente ostentan. Recordemos, además, que en Morelos se puede hacer campaña sin dejar el cargo público.
Sin que esto sea un dato revelador, debemos recordar que, en Morelos los procesos electorales intermedios tienen su propia dinámica, independientemente de lo que suceda en el resto del país y generalmente la conducta de los votantes se inclina para favorecer a los personajes, más que a las cúpulas políticas; sin embargo en el caso de las elecciones concurrentes, el comportamiento de las mayorías es distinto, pues generalmente votan en cascada, definidos desde luego por su decisión en torno a la presidencia del país. En el 2018 por ejemplo, mucha gente votó por diputados locales y federales que ni siquiera conocía, sólo porque iban en el mismo color que el hoy presidente Andrés Manuel López obrador.
Aunque muchos hoy publican encuestas todos los días que les dan la preferencia entre el posible electorado, lo cierto es como dice el presidente que la mejor encuesta es la del día de la elección, cuando en muchos casos se premia a quien lo hace bien y se castiga a quien abusó de la confianza de la ciudadanía. En el caso de Morelos, como lo hemos informado en Lo de Hoy Morelos, están en juego 240 posiciones que van desde las regidurías, hasta las senadurías, y lamentablemente muchos invertirán millones de pesos para seguir con los privilegios de un cargo público o para conseguirlo por primera vez y es ahí donde radica el mayor problema de nuestra democracia.
El celebre ex presidente del Uruguay tiene una frase que describe claramente lo que sucede en muchos casos en nuestro país cuando dice que “el que paga para llegar, llega para robar” y si hay grupos de poder que colocan a ciertos personajes en cargos importantes, desde donde hacen jugosos negocios al amparo precisamente de una representación popular: compran conciencias, voluntades y hasta a la justicia para poder lograr no una, sino varias posiciones en distintos niveles de representación popular.
En ocasiones anteriores específicamente en Cuernavaca, si donde también ganó un presidente municipal por el que no votaron, la ciudadanía ha castigado el despilfarro y la obvia corrupción, pero sobre todo las imposiciones. Podemos recordar algunos casos sobre esto, pero sólo enumeraremos a los más cercanos: Jorge Arguelles, a pesar el abanderado de la Coalición de MORENA y sus Aliados, así como Jorge Messeguer Guillén a pesar de ser el candidato del partido en el poder y tener una gran inversión desde el gobierno del estado, no lograron su cometido y en la ciudad capital perdieron, el primero ante un candidato que en dos ocasiones anteriores ya había sido derrotado y el segundo, ante un futbolista que sabía de servicio público y de política, lo que un delfín sobre la arena del desierto.
Es importante que, con todo lo anterior podamos tener un poco de conciencia electoral y para el 2024 no nos dominen los colores, ni las “falsas ideologías, sino justamente la conciencia sobre lo correcto y lo mejor para nuestro país.