En Morelos, van los libros de texto

Desde l@s redes

Inició en Morelos, como en la mayoría de las entidades del país, la actividad en las escuelas y con los maestros, quienes desde ayer recibieron los libros de texto para que el próximo lunes inicien las actividades escolares con sus alumnos, a quienes les serán entregados de acuerdo a los grados y fases de estudio.

De paso y físicamente, en el marco del Consejo Técnico Escolar, los docentes conocieron estos materiales educativos que tanta polémica han causado las últimas semanas por algunos de sus contenidos y, sobre todo, por una serie de errores de redacción que van desde los ortográficos hasta los semánticos, y que en mal momento se convirtieron en blanco de los señalamientos de los enemigos del gobierno de la 4T, y de la reforma curricular que se pretende aplicar dentro del modelo de lo que se ha denominado la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

Como se espera, más allá de la discusión sobre los textos los docentes centran su atención en analizar aquellos contenidos que formarán parte de su plan de trabajo inicial y del seguimiento durante el próximo ciclo escolar, atendiendo desde luego los cambios que se han planteado y la consigna de poner en práctica un proceso educativo basado en proyectos integradores del conocimiento para la enseñanza y aprendizaje de sus pupilos.

Y aunque ha sido largo el proceso para tratar de inferir, conocer y poner en marcha esta reforma curricular, a través del trabajo en los CTE´s durante al menos los dos últimos años, los maestros aún registran dudas sobre los cambios para la implementación del nuevo modelo curricular, pues es una realidad que igual que con la anterior reforma educativa del año 2012 y los cambios que dieron como resultado el modelo de enseñanza del año 2017, han padecido la falta de información y capacitación suficientes, pero sobre todo, carecen de materiales de apoyo ya que en gran parte, las autoridades han prescindido de la impresión y entrega física de los mismos.

Está más que comprobado que a pesar de encontrarnos en la era digital y del auge en las nuevas tecnologías para la comunicación y la información, algunos o los pocos materiales que la SEP produce en la actualidad, son ignorados en los portales o plataformas digitales por lo docentes, ya sea porque sus habilidades para el uso de estas herramientas no son suficientes, o porque sencillamente desechan la posibilidad de utilizar un dispositivo que no se compara con la experiencia de sostener un texto en sus manos, hojearlo y leerlo a su gusto.

De aquí la importancia de que en el arranque de las actividades docentes esta semana, los maestros puedan contar con los libros de texto, tanto para ellos como para sus alumnos, y tengan la oportunidad por fin de conocerlos, explorarlos y analizarlos, sin importar los materiales con que fueron hechos o más allá de la discusión que han propiciado, porque para comenzar a realizar observaciones y ver qué se puede utilizar y qué no en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus alumnos, primero hay que verlos y tocarlos.

Personalmente no les puedo platicar de esta experiencia de la que ya seguramente han disfrutado los docentes de preescolar, primaria y secundaria, pues me encuentro laborando en el subsistema de Educación Especial y allí rara vez nos llegan los libros de texto, porque las autoridades no contemplan a los niños con discapacidad, pero seguramente la gran mayoría de mis compañeros de esos subsistemas y niveles se habrán regocijado como lo harán los niños la próxima semana.

Y sí, aunque en esta ocasión la entrega de los textos gratuitos pasa por la aberrante censura de quienes dicen representar las voces de padres de familia, la realidad es que es en las escuelas públicas (aquí donde el hecho educativo sucede en el día a día), donde las cosas han comenzado a transcurrir con normalidad y seguramente, el próximo 28 de agosto cuando los escolares lleguen a sus aulas y se encuentren con sus nuevos libros, esas voces caerán por propio peso al observar la marcha del nuevo ciclo escolar.

Esto es lo que se espera aquí en Morelos y en la mayoría de las entidades del país. Y en algunos estados, los menos, con o sin libros, allí están los maestros que se las saben de todas, todas, y también sabrán darle macha al ciclo escolar, veremos.

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