Vivir, de manera intensa y plenamente; implica arriesgarse, a veces caer, levantarse y continuar viviendo; intentando y aprendiendo, valiente y permanentemente.
Frente a cualquier emergencia; lo propio y adecuado, es poner en práctica y acción lo acumulado, en la pretérita experiencia.
Las emergencias no requieren de previas o extensas explicaciones; lo oportuno son las rápidas y certeras acciones.
Conocí a la Periodista Dulce Maya, cuando iniciaba mis labores como docente en la Secundaria Número 8 de Ocotepec Morelos; ese Pueblo autóctono, de usos y costumbres heredadas por sus ancestros; que últimamente, no siempre los hacen actuar con acierto.
De mis veinte años de estancia cubriendo mis actividades profesionales; no puedo quejarme del cultivo de amistades; del respeto y mutuo apoyo recibido por parte de las autoridades.
Viene a mi memoria un acontecimiento de conflicto y enfrentamiento; contra un director de la Secundaria, del cual solicitamos su salida por corrupto y deshonesto.
Como suele ocurrir, al presentar la denuncia respectiva; además de hacerla perdediza, pretendieron aplicarnos a los denunciantes, medidas represivas.
Las órdenes de aprensión no se hicieron esperar; tuvimos que eludir a la policía que montaba guardia en nuestras casas a las que ni de broma podíamos regresar.
Dulce Maya, siempre nos ha brindado la versión certera y objetiva de su pluma periodística; ha estado atenta para cubrir y dar cobertura amplia y oportuna, a los protagonistas de los movimientos sociales.
Le correspondió cubrir y documentar el conflicto por el que atravesamos y le dio seguimiento puntual, hasta el momento mismo, en que la salida del corrupto director, celebramos.
Cubrió en el dos mil ocho, las movilizaciones magisteriales estatales; pese al cerco mediático por parte del gobierno represor; su pluma no se doblegó y se mantuvo a favor de la lucha por supuesto desigual entre el gremio educativo agredido por un gobernante espurio y repudiado por sus gobernados.
En el dos mil trece no fue la excepción; dio seguimiento con su certera y valiente pluma, a la postura combativa; del Movimiento Magisterial de Bases de Morelos, contra la mal llamada reforma educativa.
La admiro como Periodista, como Mujer, como Madre; como luchadora social desde su trinchera; persiguiendo sueños y haciendo realidad sus quimeras.
Me invitó a colaborar con esta Columna Semanal: “La Misión Docente” desde que estuvo en la Jornada Morelos; luego apoyó con todo el proyecto de “Lo de Hoy Morelos”; al parecer, su ciclo ha cerrado, en tanto da inicio a otro sueño que desea ver cristalizado.
Por mi parte agradezco a la Dirección del periódico “Lo de Hoy Morelos”, a quien me invitó a colaborar, al equipo de redacción, a los lectores; y a todos los compañeros y amistades que logramos cultivar; y me despido de manera fraterna y cordial.
Seguro que encontraremos otros espacios, donde nos invite la talentosa e incansable Dulce, a colaborar.
Cuando inspirados en el amor y la vocación llevamos a cabo nuestras acciones; siempre encontramos un posterior espacio para la reflexión, que nos permite asimilar del pasado, las enseñanzas y lecciones.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
*IR