México por la izquierda o la derecha (SEGUNDA DE DOS PARTES)

Generando

Para hablar (o escribir) de izquierda o derecha en aspectos ideológicos o tendencias de la práctica política, debería ser un politólogo, un especialista en ciencias políticas, un ideólogo político, para expresar las teorías, la doctrina o la historia de esas tendencias de la política. Pero un simple mortal, como ciudadano, alcanza a escribir lo poco que ha vivido, leído, estudiado, tan poco, como lo negro de una uña corta del dedo de la mano de una señorita. O sea, casi nada.

En la entrega anterior comentaba acerca del crecimiento de la izquierda en México, hasta hace unos cuarenta años, cuando la pluralidad permitió participar activa y legalmente a los líderes de izquierda, porque antes de ello era ilegal estar contra el régimen y en Morelos recordamos a los Cebas de Sergio Méndez Arceo, la hoja obrera del partido comunista en la clandestinidad, y otras tantas organizaciones que llamaban la atención de los jóvenes, los sindicatos de obreros, las uniones populares de colonias, de campesinos. De todas esas organizaciones nacieron partidos como el PRT, como el PCM y muchos más, que nacían, crecían un poquito y morían; hasta que, como lo mencionaba, la disidencia priista decide dejar las filas del partido oficial, así se le conocía y verdaderamente tuvieron oportunidad de participar activamente, con un gran poder de convocatoria, primero Cuauhtémoc Cárdenas y después Andrés Manuel López Obrador. Para ello, tuvieron que ir obteniendo poder y dinero, tanto público oficial, como recursos mal habidos. Y hay muchas evidencias conocidas de la entrega de dinero del poder público, de particulares, del crimen organizado, para que la izquierda hubiese podido llegar a donde está. Y no nos asustemos, así ha sucedido a lo largo de la historia en organizaciones nacionales e internacionales, grupos políticos formales establecidos en partidos, organizaciones en la clandestinidad, como las FARC de Colombia que recurrieron al secuestro, al asalto, a la extorsión, a la producción, transporte y comercialización de estupefacientes para poder financiar sus movimientos militares y políticos, Así ha sido siempre. Andrés Manuel López Obrador no es la excepción. Y hoy que tienen el poder, tienen la posibilidad de manejar los miles de millones de pesos como presupuesto público para ejercerlo, pues ni modo que pierdan esa oportunidad. Obviamente ante la sociedad deberá mostrar una imagen de honestidad, de combate a la corrupción, combate a la impunidad, y más combates para fabricar una imagen que le permita parecer una blanca palomita.

Pero regresemos entonces al punto central. ¿A México le conviene ir con los partidos de izquierda o de derecha?

Solamente recordemos como el PAN, en el Estado de Puebla, tuvo que hacer una alianza de la forma más mezclada para conformar una alianza, y hablo de mezclas, si me permiten referenciar a esa palabra, porque se unieron panistas con perredistas, nuevaalancistas y Movimiento Ciudadano, en donde la extrema derecha, junto con la extrema izquierda de esos momentos, se alían con un partido que solo buscaba el poder y el dinero y con aquel que no ha podido resolver solo sus candidaturas. En esa época, Moreno Valle de origen político priista, buscó el poder y llegó a la gubernatura. Hasta antes de esa alianza, existía aún en el poder, prejuicios seudo morales. A partir de esa unidad, marca un parteaguas en cuanto a alianzas y coaliciones. Hoy, no existen los prejuicios para realizarlas. Hoy se negocian las condiciones, las candidaturas y los cargos administrativos al mejor postor. Existen partidos que apoyan a una u otra organización de izquierda o derecha según le permita su interés económico y político, nunca ideológico o de principios básicos declarados en sus documentos elementales. Hoy se visualiza una unidad PRI-PAN-PRD y MC, con miras a vencer la fuerza que ha logrado construir el presidente de la República. Pero también AMLO tiene su fuerza con partidos de ideas contrarias como el PES, el PVEM, NUEVA ALIANZA y otros tantos que nada tienen que ver con la ideología (si es que la tienen) de los precursores del morenismo.

De que manera, el ciudadano común debe tomar una determinación para elegir a sus representantes. Primero que nada, que se convierta en un ciudadano activista, participando, proponiendo, buscando formas de gobernar ciudadanamente, y muy importante, que conozca la ley. Segundo, que sea meticuloso, estudioso, investigador para proponer o rechazar a los personajes que realizarán un buen papel, y tercero, que elija al personaje que es respetuoso, honesto, trabajador, con sentido de servicio y que ame a su gente, a su pueblo, a su ciudad. Y así no importa si es izquierda o derecha. Y de aquí podemos describir toda una teoría para que el ciudadano haga una buena elección.

*IR