El brasier es una prenda íntima que da soporte a los senos y cuyo uso se vuelve frecuente desde el comienzo de la pubertad, cuando el cuerpo de las niñas comienza a cambiar y desarrollarse. Además de la comodidad y razones personales que tienen quienes deciden utilizarlo a diario, existen factores culturales que tienen arraigada la costumbre de que es incorrecto dejar de usar brasier, las cuales mencionan la posibilidad de que sea malo o dañino para el cuerpo.
El panorama de qué es lo que pasa con los senos y en el cuerpo cuando se deja de usar brasier a diario es escaso, pues no existen suficientes estudios que abarquen cuáles son las consecuencias reales de despedirse de esta prenda íntima.
Años atrás se difundió el rumor de que los brasieres, especialmente aquellos con varillas metalizadas, podían propiciar la aparición de cáncer de mama. Esta información fue desmentida por la Sociedad Estadounidense de Cáncer, asegurando que no hay ninguna prueba verídica de que ambos factores pudieran estar relacionados.
Asimismo, tampoco se tienen evidencias de que no usarlo pueda impactar de alguna manera negativa al cuerpo. En contraste, las experiencias personales de quienes eligen no llevarlo, han explorado la posibilidad de que dejar el brasier sea una decisión benéfica.
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Uno de los mitos más repetidos acerca del brasier, es que impiden que los senos “se caigan”. Si bien cumplen con la función de mantenerlos en un lugar fijo a lo largo del día, no utilizarlo tampoco causa la reacción adversa.
Este fenómeno se da por diversas causas, la mayoría de ellas ocasionadas por factores naturales como el aumento o pérdida de peso y la estructura fisonómica de cada persona, además de la gravedad natural, menciona la Clínica Mayo.
Al dejar de usar brasier, también se propicia que los pechos se acomoden en su forma original y se adapten de acuerdo a sus propias necesidades, haciéndolos ver incluso más “firmes”, ya que la copa del sostén no interfiere con los pezones.
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Otra consecuencia de no usar sujetador, es la reducción en dolores de espalda y hombros; especialmente para quienes tienen mucho busto, puesto que la presión que se ejerce con los tirantes, podría influir en estas molestias.
Si estás pensando en dejar los sostenes pero no te has convencido del todo, te sugerimos ir disminuyendo los días de la semana que te lo pones, para que así te sea posible “acostumbrarte” a ir sin nada puesto. También puedes reemplazarlo paulatinamente con bralettes sin varillas, lo único a considerar es tu comodidad, sin importar el tamaño o forma de tus pechos.
*MG