El cambio de régimen que representa la cuarta transformación significa eso, un cambio de régimen. Y aunque no es de extrañarse que la oposición mantenga una estrategia de resistencia para que las cosas cambien lo menos posible la realidad es que el proyecto se consolidad y el gran reto, sin duda será el 2024.
Por esa causa es importante ir desmenuzando que significa el cambio de régimen a que el presidente se refiere. Vivimos por varias décadas en un régimen oligárquico controlado por una elite en México que se adueñó del país y de su riqueza con descaro a partir de la década de los ochenta. Esa elite fue ganando espacios de control en el país y se encargaba de decidir todo lo relativo a la vida pública del país. El beneficio que obtuvo a partir de la toma del control político y económico fue exorbitante, al grado de que muchos de ellos son considerados en la actualidad de los personajes más ricos del mundo. Por supuesto, la consecuencia fue el creciente porcentaje de pobres que se fueron generando a través de poco tiempo. La clase media alimento el grueso de la brecha de pobreza que se instaló en el país con las consecuencias que ello conlleva. Las diferencias sociales fueron creciendo a partir del apoyo inmoral que tenían algunos que fueron beneficiados a partir de las políticas neoliberales y que servían para que los pobres pagaran los privilegios de esa oligarquía rapaz. El incremento salarial fue contenido por varias décadas mientras que por otro lado los beneficios fiscales solo eran para unos cuantos, la evasión y la elusión fueron una constante pero siempre para los mismos, es decir, para unos cuantos mientras la mayoría era asediada desde el poder.
Entonces el cambio de régimen tiene que ver fundamentalmente con terminar con todos esos privilegios de esa oligarquía que se vio beneficiada desde el poder. Por supuesto quienes están al frente de algunas instituciones tiene que ver con esa oligarquía, como es el caso del INE y de los tribunales de justicia, quienes actúan como entes serviles a quienes los colocaron en dichos espacios. Otras instituciones que fueron creadas en el ánimo de justificar el saqueo, como instituciones que aparentaban hacer un contrapeso que evitara el mal manejo de recursos públicos, pero que en la realidad nunca funcionaron sino como meras burocracias de oro (muy bien pagadas), pero sin asumir un verdadero rol que permitiera acabar con el manejo faccioso de los recursos públicos.
El cambio de régimen al que se refiere el Presidente está enfocado pues a modificar esas viejas estructuras anquilosadas, que fomentan y justifican la corrupción. No es un cambio de régimen económico sino más bien un cambio político y social. Una verdadera transformación desde una perspectiva social que valora y reconoce al pueblo en general. Por el bien de todos primero los pobres es una convicción enfocada a la necesidad de generar condiciones equitativas de vida que no se olvida de otros sectores, pero reconoce que el sector más desprotegido, más golpeado y mayoritario es el de los pobres de este país.
No se trata de olvidar el papel que juega el capital y la necesidad de que este siga reproduciéndose para generar riqueza, aun con explotación, porque no es un cambio hacia otro modelo económico; pero si es un modelo más humano que intenta resarcir los agravios cometidos por varias décadas de despojo y robo con descaro a ese sector que necesita ser escuchado y atendido.
Por eso la popularidad del presidente se mantiene muy en alto, por su congruencia y animo de cumplir su principal compromiso. Aun con la estrategia del conservadurismo en el país, que han visto afectados sus intereses y que por ello golpean con mentiras un día sí y otro también. La intención del Presidente sigue siendo consolidar y extender el ánimo transformador. Por eso es importante que todo sea muy claro, hay dos proyectos de nación como el mismo lo planteo hace más de 20 años: uno que pretende recuperar privilegios y regresar a la política del saqueo, la mentira y la corrupción y el del Presidente que antepone los intereses del pueblo ante los verdaderos enemigos de la nación, que mantiene la claridad de la importancia de seguir impulsando políticas públicas de apoyo a los más necesitados, de mantener la congruencia y la firme convicción de generar condiciones de equilibrio económico para todos y la necesidad de enfrentar a quienes siguen pretendiendo, a través de la manipulación y la mentira, engañar sobre todo a un sector de la clase media que se desespera y escucha con beneplácito el canto de las sirenas de los verdaderos enemigos de México.
*IR