El pasado fin de semana, a nivel nacional fuimos testigo de la violencia y división social que promueve el señor López Obrador, entre quienes se hacen llamar sus seguidores. Y es que, pese a que López busque tomar un papel de víctima con mensajes como: “En la marcha pasada también quemaron unas figuras, cuando salió la mía, nadie se quejó”, la realidad es que este tipo de acciones son solamente el resultado de sus discursos radicalistas que están comenzando a verse reflejados entre los ciudadanos.
Con esto no quiero sugerir que la violencia deba ser aceptada en ninguna expresión ni para hombres, ni para mujeres, pero si que la violencia a un género en especifico puede ser promovida incluso por figuras de autoridad tan importantea cómo la que López representa.
La indignación que causa entre la sociedad la quema de una piñata con el rostro la Ministra Piña, no tiene vínculo alguno con las filias o fobias partidista, de nadie en lo absoluto.
Sin embargo, no puede ser tolerable tener un presidente busque ser comparado con la violencia que sistemáticamente vivimos las mujeres a diario, ¡Si! en efecto señor López, cuando se ha quemado algún tipo de figura con su rostro pocos son los que salen a defenderlo, no porque usted no nos interese, ni porque de estemos a favor de la promoción de la violencia, sino, que, la comparación entre usted y la ministra Piña no tiene cavidad; empezamos por explicar que en este país a diario se asesina de manera violenta al menos a 13 mujeres, por el simple hecho de ser mujer; y antes de que cualquier macho quiera victimizarse con falacias cómo "a los hombres también nos matan", recordemos que los crimenes masculinos responden en su mayoría al involucramiento de la víctima en actividades ilegales.
La creciente violencia de género que se vive en este país, no podrá ver una disminución mientras que, desde cualquier orden de gobierno se siga promoviendo acciones claramente machistas.
Pesé a la negación pública de Andrés, del desprecio que tiene por la mujeres, sus acciones siguen demostrándonos a diario que su claro narcisismo le hace vernos al género femenino como un enemigo a vencer. A López y los morenistas ya no les interesa demostrar ser una mejor opción partidista, a ellos les interesa, mantener paredes públicas limpias, por eso mejor criminalizar a las mujeres que salen a luchar y no a los militantes que públicamente gozan de quemar simbólicamente a una mujer. Es más valioso para el gobierno en turno promover un himno para un aeropuerto casi inservible, que promover acciones de prevención de violencia.
Que Andrés y a sus fanáticos no se les olvidé que estadísticamente las mujeres somos más, y que en las elecciones locales de este 2023 y las federales del 24, seremos nosotras, esas que nos ven como las menos, las que podremos desterrarlos del poder
*IR.