Blanco y negro

Dominó social

¡Vaya país en el que nos quieren convertir! Ese donde la intolerancia, el radicalismo de pensamiento y la censura gobiernan desde un púlpito matutino desde el cuál de ha de dictar de que se ha de hablar durante el día, a quién hay que defender y a quienes habrá de desterrar.

Si se piensa diferente al presidente se corrupto es el menor de los adjetivos que se nos habrá de imponer, pues si no se está con él, se está en su contra y la del país, pues tal parece que regresamos a los tiempos antidemocráticos en donde en la sola figura del presidente se encontraba a la patria, la ciudadanía y la soberanía misma.

Ahora resulta que si la ciudadanía se organiza para defender las instituciones de le llama complot y no libertad de pensamiento y expresión. Y es que marchas como las que se dieron a lo largo y ancho del territorio mexicano el pasado domingo 26 no es por defender el poder Córdoba o de algún consejero; es por defender a esas instituciones que cimentaron nuestros abuelos, edificaron nuestros padres y hemos reforzado está nueva generación.

Se defiende no solamente al INE como institución, se defiende a nuestra libertad de decisión de gobernanza cómo ciudadanos, se defiende a la democracia que permitió la llegada al poder de esos que hoy atentan contra ella, la democracia del los dos miles que materializó el sueño de una alternancia política.

Que no se equivoqué el presidente y sus allegados. Naciones ricas en la multiculturalidad cómo lo es México, la diferencia de pensamiento no se debe poner en jaque, debe caminar de la mano, con tolerancia y convergencia de ideologías.

¿A qué le temen Andrés y MORENA? 

Y nosotros, los nadie, los miles de minoría, necesitamos no caer en un juego eterno de enfriamiento, necesitamos aprender a tolerar, a escuchar, respetar y entender que la vida en sociedad es un constante blanco y negro con el que bien podemos encontrar pluralidades.

*IR