Hoy más de 30 mil trabajadores de la educación afiliados a la Sección 19 del SNTE en Morelos tendrán, por primera vez, la oportunidad de acudir a votar de manera directa para elegir a su nueva directiva estatal. Bajo un esquema nuevo que se ajusta a la ley laboral que apertura procesos de participación directa de los sindicalizados en la decisión de elegir a sus autoridades, los agremiados podrán sufragar y para ello cuentan con 10 opciones, es decir, participan 10 planillas, aunque la realidad sólo tres tienen posibilidades de alcanzar el triunfo.
Son alrededor de 20 mil trabajadores activos y poco más de 10 mil jubilados, inscritos en el padrón de votantes para este proceso comicial, y podrán hacerlo en alguna de las 135 Asambleas Electivas Delegacionales distribuidas en las siete coordinaciones regionales en que se divide territorialmente la estructura de la Sección 19, cuyas direcciones se pueden consultar aquí: https://cutt.ly/m9A9fxW
Como en todo proceso electivo, es una pena que haya quienes aun siendo protagonistas busquen hacer trampas emulando aquí, dentro de un proceso electivo entre educadores, viejas prácticas que son comunes en todos los partidos políticos. Es más, hay quienes no han resistido la tentación precisamente, de fungir como puente de intereses mezquinos que generan compromisos políticos que comprometen al gremio magisterial, todo con tal de saciar ambiciones personales y de camarillas.
La buena, y veremos si el magisterio morelense en su estreno en estos procesos internos la sabe aplicar, es que “entre gitanos no se leen las cartas”, y son ampliamente conocidos aquellos candidatos que, desde ya, incluso desde antes de las elecciones y en un proceso de campaña de varios meses, han traicionado la confianza del gremio, le han puesto precio y literalmente lo han entregado a intereses político-partidistas que apuntan directamente a las elecciones civiles del año entrante.
En esta tesitura no caben ingenuidades, no puede haber casualidades y mucho menos buenas voluntades; porque no podemos soslayar el descaro de algunos aspirantes a convertirse en representantes del magisterio, para financiar ostentosos actos de campaña como conmilito y francachelas, amenizados por costosos grupos musicales; o bien el derroche de recursos en propaganda, publicidad y difusión, dinero que evidentemente sale de algún lado y no precisamente de los bolsillos de los aspirantes, por lo que empeñan y convierten en botín político al gremio.
Tienen razón la mayoría de los candidatos que esgrimen inequidad o, mejor dicho, que acusan una desventaja abismal con relación a aquellos que han gastado por varios meses miles de pesos en la promoción egocéntrica de su persona, lo cual de entrada pone en entredicho un proceso que debería ser transparente, civilizado, fraterno y digno del gremio de educadores.
Y ni qué decir de la campaña sucia y de odio que han desatado también dos que tres candidatos por redes sociales, en donde no sólo abundan los denuestos y las descalificaciones, sino que exhiben lo que lamentablemente, ha sido parte de la historia negra del sindicalismo magisterial, es decir, los excesos y abusos del poder y del manejo de recursos en la Sección 19, en la Normal Superior “Benito Juárez” y en el Partido Nueva Alianza, los cuales hacen ver, y pareciera que es el mensaje que le envían a la sociedad, que se trata de la cueva de Alí Babá. Algunos de los que acusan tras el anonimato, son tan torpes que escupen al cielo y les cae en la cara.
En fin que el magisterio tiene suficientes elementos para razonar su voto y que éste sea una decisión útil. No cabe duda que si de algo debe despojarse el magisterio en este proceso es de dirigentes que simbolizan la trampa y son auténticos monumentos a la corrupción. Los maestros de Morelos no necesitan más emisarios del pasado ni tampoco a quienes han puesto a su sindicato a merced del mejor postor.
La Sección 19 sí requiere de una renovación generacional de sus dirigentes, se debe y puede elegirse sabiamente para no lamentar después malas decisiones. Entre los 10 aspirantes hay varios que valen la pena y encabezan fórmulas de gente honesta y capaz, pero sobre todo con ganas de hacer bien las cosas y servirle al gremio; se trata de grupos equilibrados en su composición que han logrado amalgamar la juventud con la experiencia y que merecen la oportunidad para ocupar un cargo de representación sindical, ojalá y los agremiados al SNTE no sólo den una muestra contundente de civilidad en esta jornada sino también de sabiduría; al tiempo, veremos…
*IR