Primero fue la creación del Fondo del Bienestar, después la conformación --“al vapor”-- de un nuevo ente fiscalizador que sustituyera a la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización del Congreso de Morelos (ESAF) y, finalmente, la integración del presupuesto 2022.
Entre los legisladores del naciente grupo, había mayor número, pero no la mayoría legal necesaria para lograr lo previsto: un presupuesto que cumpliera con todos los compromisos políticos y sociales, establecidos previamente. Las intenciones de los legisladores, no son malas; al contrario, son buenas; pero les falló el cálculo a los asesores y el dialogo a los diputados, para convencer al resto que les faltaba.
A alguien se le ocurrió que era buena idea (para presionar un poquito a las diputadas de enfrente), el frenar el pago de la nómina, los salarios de los asesores y hasta de la gestión social. Pensaron que podían con eso, obligarlas a ceder y de paso, quebrantar su estructura, abriendo la puerta de la destitución, parasus colaboradores de confianza, al interior del Congreso.
Ellas, denunciaron violencia política. Ellos, sin ser ellos, soltaron una campaña en redes, asegurando que se habían vendido al Ejecutivo, haciendo más grande la fisura, la ruptura, el rompimiento y, con ello, la posibilidad de llegar a acuerdos en torno al presupuesto del 2022. Ahora, los diputados se ven enredados en la misma red de desgastes y ataques políticos en los que incurrieron sus antecesores, cuando habían generado la imagen de un congreso progresista, abierto al dialogo y apegado a las necesidades del pueblo.
La tensión se acrecentó, al grado que la tarde del viernes, un bloque de 11 diputados intentó en la sesión de ese día, “dar un albazo”, para remover de la presidencia de la Junta Política y de Gobierno del Congreso Local, a la diputada de MORENA, Paola Cruz Torres. Los 11 votos, no les alcanzaron para avalar un punto de acuerdo que destituiría a la legisladora de la region oriente; se requiere de la voluntad de 14 de los legisladores y legisladoras para designar a alguien más en el cargo. La opción alterna, sería el remover a Paola Cruz, con 11 votos –bajo el argumento de haber creado desde el área de comunicación social que encabeza Ricardo Almanza,una guerra sucia en contra del naciente bloque político-- a fin lograr que el secretario de la junta, el panista Oscar Cano Mondragón, como presidente del organismo.
Con ello,nos aseguran, comenzaría una serie de movimientos al interior del Congreso Local, para remover a todos los diputados de MORENA; PES, PT y Redes Sociales Progresistas de los sitios de poder y de las presidencias de las Comisiones. Lo que implicaría una ruptura total en la LV Legislatura.
A unos cuantos días de que culmine el plazo establecido por la Ley para aprobar el presupuesto, las cosas en el Congreso local, se complican; temas como la libre disponibilidad de los recursos del presupuesto, sin etiquetas y la integración de un nuevo órgano que sustituya a la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización(ESAF) del Congreso de Morelos, ha derivado en el divisionismo. En ese escenario, sin posibilidad de acuerdos, ni unos ni otros, saldrían ganando y con ello, los que perderían, seriamos los morelenses.
Salvo que los dos bloques llegaran a un acuerdo intermedio antes del 15 de diciembre (o que de la mayoría algunos se rebelaran y se mudaran de postura y ¡hasta de partido!), terminaríamos teniendo el mismo presupuesto del año pasado y, con ello, un nuevo conflicto jurídico, al dejar de lado, la sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emitida sobre la controversia constitucional 9/2007 que ganó el Poder Judicial sobre su presupuesto y que establece que “el Congreso del Estado, sin dilación alguna, deberá tomar las medidas indispensables para garantizar que se otorgue al Poder Judicial de esa entidad federativa una cantidad equivalente al 4.7 por ciento del gasto programable…” Eso, además de lo que le corresponde a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en materia presupuestal. ¿Realmente vale la pena este enfrentamiento? Al final del día, el ganador no estaría en el Congreso, sino en otra parte. Ojala que imperen los acuerdos, por el bien de Morelos.
*IR