Sociedad naranja

Dominó social

 Si hoy realizáramos una encuesta en donde se preguntara ¿qué significa ser hombre? Sin temor a equivocarme, podría asegurar que la mayoría de las respuestas sin importar que provengan de un hombre o una mujer estarían relacionadas con respuestas como la de ser proveedor, fortaleza, e incluso supremacía; conceptos que desde la antropología social están estrechamente vinculados con un concepto de violencia, y es que, el concepto de hombre y mujer, tiene que ver con una concepción cultural asimilada desde la infancia.

Sin embargo, y para fortuna de todos nosotros, el concepto de hombre, y de lo masculino ha cambiado con el pasar del tiempo, por poner un solo ejemplo, nuestros abuelos y nuestros padres llegan a discrepar en el concepto de masculinidad, pues mientras que para unos representa la firme figura de lo inquebrantable y supremo, para los otros bien puede ser un sinónimo de igualdad, o hasta de preferencias sin importar lo biológico.

Con esto no quiero afirmar que todos los que pertenecen a la generación de nuestros abuelos sean machistas por excelencia, ni mucho menos que los pares de nuestros padres sean todos personas que se identifiquen con la igualdad. Pero lo que sí es verdad es que, con el pasar del tiempo, y la adaptación de la sociedad al avance del acceso a los derechos, ha permitido que el concepto de masculinidad comience a desdibujar conceptos machistas.

Así pues, podemos entonces hablar de nuevas formas de erradicación de la violencia contra la mujer, causa que precisamente se conmemora el día de mañana. Muy probablemente usted ha comenzado a ver como desde las instituciones públicas y privadas comienzan a pintarse de color naranja, mismo que ha sido elegido como abanderamiento de las acciones que buscan contribuir a la erradicación de la violencia de género, pues de acuerdo con los organismos internacionales, la elección de dicho color, se relaciona con la representación de un futuro brillante y optimista libre de violencia contra las mujeres y niñas.

Si bien es verdad que el día 25 de cada mes se busca conmemorar la lucha, es a partir de l 25 de noviembre que se da por iniciado 16 días de activismo en pro de la erradicación de la violencia de género. ¿Por qué 16? La respuesta es sencilla, es precisamente el 10 de diciembre (día en que termina la jornada de activismo) la fecha en la que se celebra el día internacional de los Derechos Humanos, esos que durante muchos años le fueron negados a las mujeres, por una idea errónea de inferioridad, y hasta la descalificación de sus capacidades intelectuales y cognitivas.

Y si, es verdad que hasta hoy existen lugares en el mundo y en nuestro propio México, en donde no se ha logrado penetrar pensamientos progresistas y de equidad que permitan a las mujeres y niñas, gozar de los Derechos Humanos que por naturaleza les corresponden. Pero también, es necesario reconocer los avances que como sociedad hasta hoy, se han logrado conquistar.

Por citar un ejemplo, podemos hablar de un concepto, relativamente nuevo, y me refiero a las nuevas masculinidades, las cuales han logrado reconstruir en hombre y mujeres por igual, la idea igualdad entre géneros.

Hemos aprendido, también gracias la adaptación de la cultura con el pasar del tiempo, que la sensibilidad, que, el machismo, es sólo un instrumento del sistema sexo-género que genera desigualdad entre los seres humanos.

Afortunadamente, en la actualidad es más común ver a hombres involucrarse activamente en la crianza y quehaceres domésticos, así como ver desde el ámbito laboral hombres que sin problema alguno admiten tener autoridades femeninas, reconociendo en ellas las capacidades intelectuales y de liderazgo, que son necesarias en cualquier puesto de toma de decisión.

Nos falta mucho por construir y perpetuar en la sociedad para el beneficio de todos, pero es una realidad que lo que no se nombra no existe, por eso es de suma importancia, que desde la individualidad, y la colectividad, se siga reconociendo los triunfos que hasta ahora se han conquistados. 

*IR