Según afirma el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, los antecedentes del municipio en la cultura mexica los encontramos en el “Calpulli” cuyo gobierno estaba formado por el consejo de ancianos, siendo su representante el Tlatoani. El Tlatoani era considerado legislador, juez, jefe militar, poseía cualidades divinas y tenía la facultad de crear leyes y administraba la ciudad.
El “Calpulli”, además de contar con una comunidad agraria con autonomía y autosuficiencia alimentaria, tenía su propio gobierno, por lo que se consideraba una organización política que desempeñaba funciones sociales, económicas y militares.
En un principio se realizó la división territorial por medio de los señoríos ya existentes y en donde no existía tal división, la milicia se encargaba de ello por medio de contratos realizados por la corona española.
Según cuenta la historia, el 22 de abril de 1519, se fundó el primer ayuntamiento instalado en la Villa Rica de la Vera Cruz, primera organización política y jurídica en México y el Continente Americano. Es así que durante trescientos años después, el municipio en México adquirió rasgos y personalidad propia, con influencia del sistema municipal europeo. Los ayuntamientos de la época, dictaron las normas para el trazo de las localidades y emitieron las ordenanzas para regular a la población, además se encargaron de la recolección del erario, vigilar la paz pública y echaron andar la administración.
Con estos antecedentes, el 31 de diciembre próximo, el Ayuntamiento de Cuernavaca, presidido por José Luis Urióstegui, debe iniciar su administración a partir de cero y debe tener en mente que un ayuntamiento sin fortaleza, independencia, autonomía política y financiera, no es una persona moral seria y responsable, en pocas palabras, no existirá de hecho y de derecho.
En un plazo perentorio, deberá crear un marco legal que propicie una sana actuación que cubra los siguientes aspectos: un derecho urbanístico avanzado y una verdadera institución municipal, procurar una descentralización oficial en relación con las fuentes de financiación, no utilizar el suelo como instrumento financiero para acometer proyectos municipales, tendrá que recuperar inmuebles ofreciendo beneficios a sus propietarios, reforestar la serranía, contar con un plan local de instalaciones deportivas, establecer el Sistema Municipal de Planeación Democrática, establecer el Programa Municipal de Vivienda para acceder a una casa habitación digna y decorosa, así generar un tejido urbano de calidad, tendrá que atender debidamente la organización de la zona metropolitana, enfrentar los problemas como: vía pública y la gestión de residuos sólidos, mejorar la provisión de agua, el tráfico vehicular, el alcantarillado, prevenir incendios, contar con ambulancias, atender la seguridad pública como es debido, contar con suficientes asilos y guarderías infantiles, mejorar el cuerpo de bomberos, ordenar el transporte público, contar con verdaderos parques y jardines, promover la cultura, el desarrollo económico, el turismo, la migración interna y externa, como también la gentrificación progresiva.
El nuevo papel de la mujer, debe ser una de las principales acciones de su gobierno como también mejorar la defensoría social, creando la figura del Defensor Social para que sea el encargado de actuar en contra de aquellos que atenten en contra del interés colectivo e interés público.
La Zona Metropolitana de Cuernavaca que está constituida por el propio municipio de Cuernavaca además de los municipios de Jiutepec, Temixco, Xochitepec, Huitzilac, Tepoztlán y Emiliano Zapata, debe atenderla de inmediato llamando la atención de sus ayuntamientos para acceder a las obras públicas que beneficien la región entre otras cosas.
¡Vaya que le espera una tarea monumental¡ pero es hasta entonces que la sociedad en su conjunto se sume a las políticas públicas del porvenir, pero ante todo y en lo personal, no se convierta en el Tlatoani de la época, porque Cuernavaca no es el Calpulli que hemos mencionado. No cree usted?
*IR