La globalización de la pobreza

Vuelta a la izquierda

La situación de crisis mundial nos jala irremediablemente porque vivimos en un mundo globalizado. La globalización es una tendencia capitalista que integra las economías y la comunicación entre las naciones. En teoría también debería de globalizar el bienestar, sin embargo, no ha sido así sino más bien un elemento de incremento de la desigualdad social. Lo que es cierto es que la crisis actual, producto de la emergencia sanitaria y del conflicto entre Rusia y Ucrania, si se ha generalizado en el mundo y nuestra nación no está exenta de los efectos del mencionado fenómeno. La inflación es producto de un desequilibrio económico provocado por el alza en el costo de algunos productos y México no está exento de esos fenómenos que afectan también de forma global.

El crecimiento poblacional parece incontrolable, sobre todo en los últimos años. La población mundial paso de ser de 1,650 millones de habitantes en el mundo en el año 1900 a 6,070,581 millones, es decir, 4 veces más en tan solo100 años.  Y al 2020 somos 7,800 millones de habitantes, o sea, en 20 años somos 1,800 millones más. Este crecimiento demográfico exponencial debe explicar en gran medida los desequilibrios en el mundo, en todos los sentidos. La población crece y las necesidades también, los espacios para vivienda, los espacios para esparcimiento, las necesidades para abastecer de alimentos, ropa, calzado, etc.

Todo ello en beneficio de la posibilidad de enriquecer a quienes “tienen la visión” de proveer de todos esos “productos necesarios” para vivir mejor. Es decir, el capitalismo se reproduce como una aparente necesidad de quienes habitamos este planeta.

Los gobiernos tienen la obligación de garantizar que los ciudadanos vivamos en armonía y con buenas relaciones vecinales, además de proveer los servicios públicos necesarios para garantizar dicho fin, garantizar la seguridad de los ciudadanos y que quienes no respeten la ley sean castigados y en casos más extremos que sean privados de su libertad hasta que logren insertarse nuevamente a la sociedad respetando sus reglas respectivas. Garantizar que los derechos humanos fundamentales sean respetados y las obligaciones ciudadanas se cumplan para vivir en armonía. Estas premisas sencillas y fundamentales se complican cada día más por todo lo que gira en torno de nuestra sociedad.

Somos miles de millones de seres humanos en el mundo, pero tan solo el 1% concentra la riqueza generada por la explotación de los recursos naturales y del propio hombre. Es decir, el capital hace su trabajo, generar ganancias a costa de la explotación de lo antes mencionado. En el sistema actual además de generar ganancias de manera exorbitante genera que esta se concentre en pocas manos, pero además que la explosión demográfica se potencie y exista un ejército de mano de obra cautivo, sin precedente.

Esto es importante saberlo porque el crecimiento poblacional tiene que ver con una estrategia del gran capital para abaratar la mano de obra, pero la consecuencia va mucho más allá de solo eso. El problema mayor es que los problemas crecen de manera proporcional al crecimiento poblacional y esto significa que los gobiernos, sobre todo de los países con menos desarrollo como el nuestro, tienen una tarea muy complicada porque empatar intereses es cada vez es más complicado. Los intereses de los más ricos son que los más pobres trabajen más y que ganen menos, pero al mismo tiempo que consuman más y que aprendan menos. Los intereses de los más pobres son buscar condiciones para sobrevivir, siempre pensando en consumir lo que ofrece el gran capital.   

En conclusión, la globalización solo es para permitir que los menos tengan más y los más tengan menos pero que consuman más. Y los gobiernos quedan rebasados en una vorágine masa sin control, que solo intenta estar mejor pasando encima del que se atraviese. El papel de quien debiera garantizar vivir en un ambiente de desarrollo y bienestar cuidando incluso el medio ambiente no se cumple, porque los intereses y la ambición está por encima del cumplir con su deber social. Todo esto es producto de la propia naturaleza de un sistema decadente y avasallador que esta por destruir a una sociedad que se integró a la espiral de sí misma.

*IR