Ómicron, alfabetizando en griego / Nula estrategia a distancia / NNJ en el ostracismo

El contexto del saber

La actual política en materia educativa para la Educación Básica y Media Superior en el Estado de Morelos acusa una estrategia por demás zurcida, al ir con el paso del tiempo pormenorizando las medidas de prevención ante el virus SARS/COV/2 y sus múltiples variantes, entre ellas la más reciente de origen sudafricano nombrada Ómicron. Esta variante en particular, se asegura que tiene mayor tendencia a la rapidez del contagio, no obstante y cual discurso del desacreditado Dr. López-Gatell, se asegura no ser tan virulenta y severa en cuanto a su impacto físico, sin embargo, es apenas el comienzo de una nueva etapa en tiempos pandémicos a los que habrá de ajustarse siendo acuciosos, entre la mansedumbre y la irascibilidad, cuidando la fraternidad en un ambiente de calidez socioemocional, ya que todas y todos atravesamos por una etapa superrealista.

Es menester escribir, que bajo indicaciones expresas de los hieráticos e impasibles directores de los distintos niveles educativos del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), la educación a distancia ha quedado excluida del servicio educativo, obligando a madres y padres de familia a ajustarse a las condiciones que les imponen las escuelas que, ha de señalarse, violan el artículo cuarto del Acuerdo número 23/08/21 del Diario Oficial de la Federación con fecha 20/08/2021, que a la letra dice lo siguiente: “CUARTO.- Se continuará ofreciendo el servicio público educativo mediante la utilización de las tecnologías de la información, comunicación, conocimiento y aprendizaje digital, así como el uso y aprovechamiento de programas de educación a distancia como 'Aprende en Casa', 'Jóvenes en TV', 'Bachillerato en TV' y otras estrategias desarrolladas por las comunidades escolares.”

La reticencia de las autoridades educativas para acelerar un perentorio regreso a clases arguyendo ser una actividad incólume, inevitablemente deja nuevamente en el ostracismo a niñas, niños y jóvenes, que padecen de alguna comorbilidad y para quienes los preceptos constitucionales de escuela pública, universal e inclusiva, solo quedan en letra muerta, salvo por Maestras y Maestros (MyM) cuya hidalguía va más allá de sus facultades metadocentes y facilitan la dispersión de contenidos educativos a través de distintas vías sin dejar a nadie en el camino. Las problemáticas exógenas a los centros del saber, no deberían pero inciden de forma directa en lo que sucede en los espacios áulicos, que ven como la reprobación y deserción aumentan las estadísticas en una valoración que va de lo serio a lo grave, por el ausentismo registrado sin que exista una política que advierta estrategias de forma y de fondo, para generar inclusión en quienes no pueden asistir a lugares donde se concitan multitudes.

El proceso de enseñanza - aprendizaje en la actualidad devela algo que ya sabíamos, el noble y profesional actuar de muchas MyM comprometidas al cien por ciento con su labor docente, dignificando la labor del magisterio aún cuando la autoridad educativa minimiza su función como lo acontecido con los beneficiarios del programa de promoción horizontal, donde solo el diez por ciento accedió a los incentivos por el candado sempiterno y convincente de la falta de suficiencia presupuestal, deleznable actuar de quien procesa las partidas presupuestales y no consolida la revalorización magisterial prometida por el Lic. Andrés Manuel Lopez Obrador, Presidente de México. Por otro lado, y como en toda dualidad, está la antípoda magisterial, las MyM que no tienen contacto con sus alumnos, que no les llaman ni se acercan a ellos, que solo realizan el impetuoso pase de lista para registrar la falta, necesaria para documentar la baja del sistema educativo sin indagar más sobre la situación del educando, yendo contra todo lo juramentado al momento de dedicarse a la noble, loable y encomiable labor docente.

Los procesos comiciales para el relevo sindical en la Sección 19 del SNTE en Morelos, seguramente serán en febrero próximo, so pretexto de ganar tiempo para que la dirigente actual con la confianza de las diversas expresiones sindicales reunidas sistemáticamente y la infidencia hacia el CES y el CEN del SNTE, logre conformar una planilla de unicidad que augure un futuro lleno de movimientos cosméticos sindicales. Interesante, en todo caso, sería saber si los aspirantes a ocupar la máxima silla sindical en la entidad tienen en su agenda la visión de la defensa de los principios filosóficos del artículo tercero constitucional y, en todo caso, incidir en la política educativa desde la Sección 19 para proveer a NNJ una educación de calidad y calidez con un profesorado ad hoc a los tiempos pandémicos y el contexto de la sociedad del siglo XXI.

Conclusivamente el que escribe estas líneas se pregunta, ¿hasta dónde llega el apostolado de la función docente en tiempos de necesaria intervención educativa?, ¿las autoridades educativas asumirán su rol como actores de transformaciones en el sistema educativo estatal?, ¿la Sección 19 del SNTE será capaz de olvidar sus acuerdos cupulares partidistas y hacer algo en bien de la educación morelense?

Como siempre se afirma, el que hace el candado… hace la llave.

*IR