La Asociación Cristiana de Jóvenes, A.C. (YMCA) fue fundada en Londres en 1844, la “Guay” se ha convertido en una organización enfocada en el fortalecimiento de la comunidad al empoderar a los jóvenes, mejorar la salud y el bienestar. Cuenta con magníficas instalaciones, como: gimnasios, piscinas, campamentos. Su presencia en México, data de1892, la sede actual se encuentra en Ginebra Suiza.
En los años 50s, su objeto social era promover la cultura deportiva y recreativa a nivel mundial, sus clubes deportivos ofrecían un programa integral diseñado para niños y jóvenes, que incluían actividades físico – acuáticas, sociales y culturales, y es, en ése entonces que mi Madre Luva, a instancia de mi tío Felipe Pescador Estrada, me inscribiera al Club, cuya sede de las instalaciones se ubicaba en Avenida Ejército Nacional 253 de la colonia Anáhuac de la Ciudad de México, les hablo de los años 1958, 1959, 1960, 1961, para ése entonces cursaba quinto y sexto año de primaria, y; primero y segundo de secundaria respectivamente.
Así las cosas, con mucho entusiasmo, asistía por norma los martes y jueves por la tarde, y los sábados por la mañana, nuestras actividades consistían de inicio en preparación física, después football y al final la clase de natación. Los sábados, llegaban celebridades de la época, entre ellos Chabelo el Gran Chabelo que nos hacía reír tanto a los niños y también asistían los miembros del Club de Football Soccer “América”, quienes recibían también preparación física y deportiva, lo cual para nosotros como infantes era espectacular.
El equipo “América”, en ése entonces lo formaban entre otros: Fernando “Perro Cuenca” Friederichsen, Juan Bosco, Pedro Nájera, Eduardo González Palmer, Walter Ormeño, Juan Manuel “Gato Lemus”, Antonio “Güero Jasso”, Mario Pavéz, José “Pepín’ González”, Javier “Chalo Fragoso”, Alfonso “Pescado Portugal”, Alfredo “Negro del Águila”, y; lo dirigía Don Fernando Marcos.
Al término de las actividades, podías convivir con ellos, precisamente en la cafetería, un lugar muy especial al que casi todos se daban cita para desayunar, lugar en que podías pedir autógrafos, platicar y hasta recibir souvenirs.
Pues bien, ahí conocí a Fernando Cuenca Friederichsen, un distinguido jugador que participó en el primer título de liga que obtuviera el Club América profesionalmente. Fernando, nació el 7 de abril del año1939 y casó con Ana Elvira Alarcón Marín de cuyo matrimonio nacieran Jaime Mauricio, Any y Fernando.
Fernando Cuenca, fue bautizado por Don Fernando Marcos como el “Perro Cuenca”, precisamente porque era un jugador muy duro, firme y tenaz, siendo muy hábil en forma indistinta, pues dominaba la posición de defensa izquierda y defensa derecha. Él, fue pieza importante para que su Club, obtuviera dos Torneos de Copa (1963 - 1964), (1964 - 1965) y un Subcampeonato de Liga (1964 -1965). Llegó al América en 1958 y debutó en 1959.
Se distinguió siempre, jugando sin faltas ni errores, limpiamente, como ejemplo, aquél partido en que como defensa y hábiles maniobras ofensivas, el Club, su Club América, obtuviera el Título de la temporada 1970-1971 bajo el mando de José Antonio Roca. Siempre fue importante en el desarrollo de los juegos, lo que lo llevó a ser seleccionado nacional en eventos como el de CONCACAF, en el que se disputaban 41 selecciones nacionales la Copa correspondiente.
Algo que lo distinguió de por vida, fue el amor a la camiseta, pues aunque parezca increíble, siempre perteneció por más de una década al Club América, buen compañero de todos los miembros del Club, quienes le respetaban como líder nato. Si alguien podía hablar de la historia, era él, porque con su fuerte estilo de jugar y de marcar fue el único jugador del Football mexicano de ser bicampeón bajo diversos esquemas de competencia, es decir, bajo el esquema de mayoría de puntos por equipo al término de la temporada y cuando arrancó el esquema de liguillas, dijo en una ocasión lo siguiente: “Como fue la primera vez que había una liguilla, nos disgustó mucho el hecho de tener que jugar dos partidos más, puesto que ya habíamos terminado con más puntos que nadie. Ya no la queríamos jugar, ya nos sentíamos campeones, pero teníamos que hacerlo, eran las nuevas reglas.”
Un afortunado día, el 2 de abril del año 2005, reencontré a Fernando en la iglesia Santa María de los Ángeles de la ciudad de México, en un evento, se trataba de la boda de su hijo Jaime Mauricio y mi hija Mónica Karla, desde entonces, conocí al hombre, al ser humano que me ofreció su amistad sin limitación y quiso ser mi Compadre. Tiempo después, compartíamos la calidad de abuelos de Jaimito, Moni y Mauricio.
Fernando fuera del Football, también se distinguió en forma impecable, conformó una bonita familia a la que reconozco como mi familia. Así es la vida, nos llena de sorpresas. Les confieso, en aquella época mis equipos predilectos eran el Necaxa y las Chivas del Guadalajara, hoy, simplemente por el cariño de mi nieto, mi yerno y Fernando, ya me está gustando el equipo América.
Fernando está jugando en el cielo, desde el 18 de marzo de 2015, en el primer equipo y como titular. Hasta siempre.
Fernando, recibiendo un reconocimiento, lo acompañan Don Guillermo Cañedo y Enrique Borja. (foto del archivo de la familia)
*IR