Luchamos por un mundo sin violencias que lastimen la dignidad

Palabra compartidas

Somos tan distintos y podemos aprender tanto de lo que son las otras personas. No hay revolución posible sin la participación de las mujeres. Ni mundo distinto sin el hombre nuevo por el que luchamos. Escucharnos y comprender lo que nos están diciendo quienes van en el mismo camino que nosotros. Fortalecer una cultura del diálogo intercultural en esa interacción equitativa de diversas culturas y expresiones culturales compartidas a través del respeto mutuo; intergeneracional para aprender a convivir en los mismos entornos y participar de manera conjunta las presentes y futuras generaciones; intersexual en el sentido no biológico sino de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género; e intertextual para comprender el contexto que influye tanto en la producción como en la comprensión del discurso, es hoy más que nunca necesario para avanzar en un proyecto de emancipación mediante la consciencia organizada. Si esta vez no aprendemos, será que merecemos la derrota, y sé que merecemos la victoria, como escribió JuliusFucik en “Reportaje al pie de la horca” en medio del ascenso del fascismo que devastó al mundo durante la segunda guerra mundial. Hoy estamos en una situación límite, donde se entrecruzan todo tipo de crisis y termina acabando con sueños y aspiraciones de generaciones enteras. Mantener un horizonte de lucha implica no abandonar las tareas que nos corresponde llevar a cabo en donde quiera que estemos.

Combatir todo tipo de violencias contra las mujeres, dentro de las organizaciones o en el conjunto de la sociedad, nos debe llevar a reflexionar profundamente lo que hemos sido y, sobre todo, lo que podemos ser si somos capaces de asumir la parte que nos corresponde y propiciar transformaciones en la conciencia de las relaciones donde debe prevalecer el amor, la camaradería, la fraternidad, desterrando todo tipo de actos que laceran la dignidad de las y los otros. Tenemos tanto que podemos aprender en las diferencias de pensamiento si somos capaces de escucharnos.

Es por lo que hemos luchado durante décadas y no debemos dar pie a dar marcha atrás en lo que han sido conquistas del movimiento feminista y desde una perspectiva socialista, uniendo ambas en una estrategia de lucha de defensa integral de los derechos humanos para todas y todos. Trabajando con las compañeras en el movimiento sindical, en las luchas por los derechos colectivos de los pueblos indígenas o en las actividades por la defensa y promoción de los derechos humanos, asumimos un compromiso militante que siempre debe ser sometido a la prueba de la práctica para lograr resultados.

Por ello es que en Morelos hemos documentado por más de dos décadas la violencia feminicida y promovemos todo tipo de luchas por el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Nuestro enfoque ha sido claro, desde la documentación de la violencia feminicida para demostrar su gravedad, contribuir a la elaboración de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia, la tipificación penal del feminicidio y las medidas de atención, prevención, sanción y su erradicación. No tenemos un enfoque punitivista, sino de justicia. Sobre todo, exigimos que se tomen todas las medidas de prevención para evitar que la violencia feminicida culmine en el extremo de la pérdida de vidas de las mujeres y niñas.

No se puede minimizar la violencia cuando esta se genera por parte del propio sistema de dominación capitalista patriarcal y machista que termina afectando a toda la sociedad y muestra la grave descomposición social que alimenta unas violencias con otras. No aceptar como algo normal tanta muerte diaria es lo que nos motiva a seguir denunciando cotidianamente todo lo que está dañando terriblemente nuestra sociedad. Por ello es que resulta indispensable tomar conciencia de que podemos unir las voces de protesta para que no se repitan estos crímenes como los que escuchamos todos los días en cualquier latitud y geografía de Morelos y en todo México.

Por ello, solicitamos y logramos que el 10 de agosto de 2015 se estableciera la AVG en 8 municipios de Morelos, donde se dice que: “La Alerta de Violencia de Género contra las mujeres tendrá como objetivo fundamental garantizar la seguridad de las mismas, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos humanos.”

Como señalan las conclusiones del informe que presentó la CIDHM, hay responsabilidades específicas que no se han asumido durante los dos gobiernos estatales que han estado ejerciendo sus funciones entre el período de 2015 al 2022.

Esta situación es sumamente grave ya que Morelos se coloca en los primeros lugares a nivel nacional en violencia feminicida, aun cuando las estadísticas oficiales tienen un subregistro de casos de feminicidio en casi la mitad de los casos que ocurren en la realidad.

La muerte de las mujeres tiene responsables directos de los feminicidas y de las instituciones que no cumplen las labores de prevenir, atender, sancionar y erradicar el feminicidio.

A pesar de todo, son cada vez mayores las muestras de solidaridad y de conciencia social sobre la barbarie que significa el feminicidio. Esto se demuestra con las crecientes manifestaciones de protesta y de lucha que llevan a cabo familiares, colectivos de apoyo a víctimas, organizaciones feministas, sindicales y defensoras de derechos humanos, que elevan su voz en diversos municipios de la entidad morelense para exigir aplicación efectiva de la Alerta de Violencia de Género.

Por ello, a 7 años de declarada la AVG, desde la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos, seguiremos documentando, analizando, promoviendo y difundiendo por todos los medios posibles, los casos de violencia feminicida y las medidas que deben tomarse para garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

*IR