“La violencia ya tocó los límites extremos. Hoy se tienen 112 mil muertos en tres años y medio. Destazados por aquí y por allá es lo que se ve todos los días. México está herido.
Está moribundo por la grave violencia que se está viviendo y por eso es que estamos convocando a un Diálogo Nacional para recomponer la estrategia de Seguridad que ya no funciona”, dijo el obispo de la Diócesis de Cuernavaca Ramón Castro Castro, al encabezar la Jornada por la Paz.
Dijo que México vive con miedo y el crimen organizado tiene en sus manos carreteras , pueblos, territorios y como consecuencia de ello ya no se puede vivir en paz.
Hoy en día y por primera vez en la historia de la iglesia en México se han unido los católicos, jesuitas, la Confederación de todos los religiosos del país, la CEM y muchos más quienes están poniendo las bases para empezar a trabajar por la paz. En su homilía, el obispo dijo que hoy los obispos atienden las necesidades de los ciudades, por que “soñamos con un México en paz”.
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Teniendo como centro de atención las fotografías de los sacerdotes asesinados en el estado en los últimos años, el obispo dijo que les preocupa el que el crimen organizado se haya extendido por todas partes y haya trastocado la vida cotidiana de todos.
Sobre el diálogo dijo que se ha convocado a especialistas, gente interesada en análisis de la violencia, académicos, universidades, gobierno y todos los que estén interesados para ser constructores de paz ante la situación de violencia que se vive en el país para trabajar en una reorganización de la estrategia de seguridad en virtud de que la actual ya no da resultados.
El obispo fue claro al advertir que no se va por el camino de las armas en alusión a la propuesta que hizo el presidente del PRI y expuso que “violencia genera más violencia”, de ahí que aclaró que el camino de la iglesia es tender puentes, de dialogar y de buscar las herramientas para hacer efectiva la paz, pero eso solo se hará con unidad y retomando el camino.
*IR