A partir de los nuevos procesos electivos que realiza el SNTE en las dirigencias seccionales de todo el país, las nuevas reglas que aperturan la participación directa y unitaria de los agremiados a través de su voto, van consolidando una nueva vida democrática y participativa en esta organización gremial.
Esto sin duda es un parteaguas en la vida de los procesos internos del sindicato más grande e influyente del país, y si bien significa asumir nuevos retos frente a los tiempos de cambio que vivimos en el sindicalismo frente a la más reciente reforma laboral, se trata de la mayor oportunidad que el gremio de los maestros tiene para demostrar su madurez política.
Pero para quienes dudan que el SNTE se ha establecido desde hace varios lustros como un sindicato de vanguardia, bastará decir que el voto directo, secreto y uninominal de sus agremiados no es nada nuevo, luego de que desde hace casi dos décadas la elección de representantes de escuela, de centros de trabajo y de comités ejecutivos delegacionales, se vienen realizando bajo este mecanismo, y si bien no se trata de una democracia perfecta, la elección de sus dirigentes Seccionales y Nacionales ha sumado el suficiente consenso en los Congresos donde la voz y el voto de los delegados, electos también por voto directo y secreto, han representado a las bases magisteriales.
Hoy por ejemplo, las expresiones ideológicas que representan a algunos grupos hacia el interior del SNTE existen gracias a este mecanismo del voto secreto y directo, forman parte o encabezan comités delegacionales, y están integrados a los Comités Seccionales, símbolo de la pluralidad que también ha permeado y ha enriquecido durante los últimos años la vida política del sindicato, misma que con estos cambios se verá potencializada y con la que gana la organización gremial y ganan los afiliados.
Ahora pues, la decisión que toman los maestros a través de su voto secreto y directo sobre quiénes los lideran, alcanza a las dirigencias sindicales y no ha sido nada fácil si se considera la organización de un proceso comicial que no sólo garantice la participación de todos los que del gremio tengan derecho a votar, sino para que haya transparencia, antes durante y después de las elecciones.
De esto también ya tiene terreno ganado el SNTE pues invariablemente, la transparencia en los procesos electivos hasta el nivel delegacional, dan cuenta de una participación libre y el ejercicio de un voto consciente de los agremiados. De hecho, estos procesos han sido confiados y conferidos a los propios trabajadores con absoluto respeto a las reglas estatutarias, y han servido para legitimar a los dirigentes sindicales electos y que estos obtengan el respaldo de sus compañeros para el ejercicio de sus funciones.
Habrá que insistir finalmente que contrario a los que dentro del propio magisterio piensan muchos, sobre las dificultades de organizar y ejecutar un proceso de elección abierta a todos los trabajadores de la educación, para que elijan a quienes los representen por determinados periodos y ejercicios sindicales, se trata de la mayor oportunidad que tiene este gremio para demostrar la viabilidad de procesos electivos sin estridencias ni aspavientos, si con civilidad y transparencia, y enviando un mensaje incluso a la sociedad y a los partidos políticos, de que si es posible practicar la democracia incluso sin gastar tantos recursos y sin mecanismos tan elaborados, veremos…
L@S REDES: Si los detractores de la líder del SNTE en la Sección 19 de Morelos, Gabriela Bañón Estrada, y de su Comité sindical, son los mismos que desde hace meses o algunos años ya andan en campaña por la silla que ocupa, y las huestes que se cargan se miden por la asistencia a la convocatoria del pasado viernes a una manifestación en su contra, entonces las presuntas muestras de inconformidad en contra de los actuales dirigentes no va más allá de lo que en redes sociales fabrican y comparten desde perfiles falsos y anónimos que, en todo caso, no surten ningún efecto ni hacen mella. El fracaso por la nula asistencia a pesar de que con vehemencia y hasta rasgándose las vestiduras difundieron esos detractores, pone en claro que el presunto rechazo hacia los dirigentes sindicales en realidad no existe o bien, se trata de aquellos que, con interés en demasía, y porque saben que el tiempo los carcome, pretenden apresurar lo que en cualquier forma es inevitable para los próximos meses, es decir, el lanzamiento de la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia seccional, sólo que, al tiempo que decida la dirigencia nacional que encabeza su líder, Alfonso Cepeda Salas. A sabiendas que han cometido con sus actos adelantados de campaña violaciones flagrantes a las nuevas reglas electivas que regirán ese proceso, y quizás presionados por sus patrocinadores por el apoyo que reciben para financiar sus campañas, varios suspirantes al cargo van a tener que morder el polvo en la próxima contienda, veremos…
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