Enchúlame la Silla, un programa que cambia vidas

Ejemplo de trabajo conjunto entre gobierno y sociedad civil

Pese a que la diabetes le arrebato la vista y sus dos extremidades inferiores, José Manuel González González, no para. Mantiene su movilidad y realiza sus labores cotidianas en su silla de ruedas.

Cuando su esposa, Alicia Fidelia Flores habla de él, sus ojos brillan, es un ejemplo de perseverancia, dice.

Hoy, Alicia Fidelia Flores vino al Parque Tlaltenango a reparar la silla de ruedas de su esposo, el equipo, estaba en tan malas condiciones que no pudo hacerlo, a cambio, la Fundación Enchúlame La Silla, Fundación Karitas, Autonomia, Libertad en Movimiento (ALEM), Fundación Comunidad, los Club Rotario en Cuernavaca y el gobierno municipal, le regalaron una silla nueva que le garantiza a su esposo, la movilidad por más tiempo.

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Los recursos de la silla, provienen de las aportaciones de la sociedad civil y del gobierno de Cuernavaca.

Enchúlame la silla en Cuernavaca

Hoy en día, el proyecto ha permitido la reparación de hasta tres mil sillas de ruedas en Morelos, impulsando la cultura del reciclaje y visibilizando las habilidades y capacidad de las personas con discapacidad, quienes son los y las encargadas en reparar las sillas de ruedas.

Las refracciones son cubiertas por la sociedad civil y solo se paga la mano de obra.

*IR