Las cosas en materia de inseguridad en Morelos son críticas y la noticia ya no es que, en este sexenio de gobierno, se hayan roto todos los récords, sino que a la fecha las autoridades mantengan políticas y estrategias que han resultado un fracaso. Más aún, es inexplicable cómo es que se sostengan en sus cargos y sin mayor responsabilidad, los funcionarios encargados de la prevención, combate y procuración de la justicia, y que, al gobernador Cuauhtémoc Blanco, siga sin interesarle la seguridad de los morelenses.
Y es que para que el Consejo Ciudadano en Seguridad Pública del Estado reconozca la gravedad y los altos índices de criminalidad que se han alcanzado, las cosas deben estar muy mal, sobre todo cuando tradicionalmente, este cuerpo colegiado ha sido la tapadera de los gobiernos en turno, es decir, ha servido de poco, ya no digamos para acompañar las acciones y la estrategia contra la inseguridad, sino para hacerse escuchar ante el reclamo y la desesperación de la ciudadanía.
Algo debe pasar también en la capital del país y al menos allá es probable que si haya mayor preocupación por lo que pasa en la tierra de Zapata, tanto así que el mismo presidente López Obrador, ha cancelado ya en dos ocasiones visitas que tenía programadas a Morelos, la última la semana pasada al Internado Palmira, donde pondría en macha la rehabilitación de ese inmueble que sigue albergando a mujeres estudiantes de secundaria.
Todo estaba listo para recibir con bombos y platillos al mandatario nacional pero su visita fue cancelada, dejando para una fecha posterior probable este recorrido a una de las instituciones más emblemáticas del sector educativo de la entidad.
Pero mientras la delincuencia se afianza en el territorio morelense, el exfutbolista estuvo presente en un evento fin semanero del partido oficial, allá en la CDMX, donde se codeó con la crema y nata de los presidenciables, haciendo efectivos los pronósticos de aquellos que lo hacen ya dentro de Moreno y fuera del PES, partido que le dio su registro a la gubernatura.
Así, con todo y que el primer cuatrimestre del año ha sido el más violento en Morelos en las últimas dos décadas, y a tres años y medio de ejercicio del autonombrado gobierno de la 4T, no sólo en materia de inseguridad se ha fracasado, aunque si es lo que más lastima a la sociedad, ni modo, a aguantar vara…
L@S REDES: Sin fecha aún para iniciar el proceso de renovación de la dirigencia sindical del magisterio estatal, en la Sección 19 del SNTE, son varios los aspirantes desesperados porque haya luz verde, y pese a conocer las reglas de lo que será un nuevo esquema electivo, no han podido evitar caer en la tentación para hacer proselitismo anticipado. Varios de estos personajes ya tuvieron oportunidad y estuvieron cerca de convertirse en máximos dirigentes, y pese a saber que el libro dicta las nuevas reglas, han preferido ignorarlas con la idea del “no pasa nada”. Sin embargo, en este proselitismo que han decidido llevar al cabo, dentro y fuera de las escuelas, en horarios laborales y afectando las tareas escolares y docentes, propician el manoseo y la intromisión de actores ajenos a la vida interna del sindicato. Y como muestra, allí está el acarreo a los festejos que varios alcaldes y legisladores locales y federales han realizado, actos de francachelas donde se derrochan recursos en banquetes, rifas, jolgorio y demás, ¿a cuenta de quién? Por cierto, que en algunos de sus discursos varios de estos aspirantes desfloran su lenguaje hablando de democracia y asumiéndose como los paladines del sindicalismo moderno, incluso rezongando y arriándole críticas a sus actuales dirigentes, nacionales y seccionales. Ver para creer, y pronto desde aquí abriremos el archivo de su pasado remoto, cuando por labiosos y agachones, fueron relegados de fea forma, a ver…
*IR