Tiempos de transformación

Vuelta a la izquierda

Las elecciones del pasado fin de semana demuestran la aceptación sin precedente de la 4T. No cabe la menor duda de que el proyecto político-social impulsado por el nuevo gobierno camina firme hacia la consolidación, cuando menos otros 6 años.  El triunfo contundente en 4 de 6 estados es un síntoma inequívoco de la fuerza y la aceptación de Andrés Manuel López Obrador, además, es necesario destacar que en Durango se ganaron 20 de 36 municipios, hubo un crecimiento considerable de presencia electoral de Morena en el estado. En Aguascalientes que es un bastión panista y que a lo largo de la historia la izquierda nunca rebasó más del 3% de la votación hoy Morena tiene más del 30% de las preferencias electorales. Esto significa que por donde le busquen la aceptación del actual gobierno federal es irrefutable y esto marca una tendencia para continuar hacia arriba y consolidar la cuarta transformación.

El próximo año las elecciones son en el Estado de México y en Coahuila. El primero es el estado más poblado del país con aproximadamente 17 millones de habitantes, lo que hace que sea un atractivo indudable en términos electorales. Pero, además, es un estado que siempre ha gobernado el PRI, nunca ha alternado el partido que gobierna, aunque esa hegemonía se puede terminar en 2023. Coahuila igual que el anterior siempre ha sido gobernado por el PRI, pero de igual forma esa hegemonía puede terminar en 2023.

Los posibles y casi seguros candidatos de Morena serán en el Estado de México la actual Secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, y en Coahuila el Subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, lo que garantiza la paridad en 2023. Seguramente veremos una lucha desesperada del PRI por mantener estos de dos estados donde ha mantenido el control histórico con todo lo que ello implica. Sin embargo, la posibilidad de que sea Morena quien se lleve el triunfo en ambos estados es muy grande y con ello el zaguán estará abierto de par en par para que en 2024 se refrende el triunfo con contundencia similar a la de 2018.

La madre de todas las batallas será 2024 porque significa refrendar los principios de la cuarta transformación y su aceptación o retroceder al estado antidemocrático y represor que representa la oligarquía hoy aglutinada en una coalición de intereses económicos y por espacios de poder denominada “Va por México”. El pueblo ha decidido apoyar y aceptar claramente la coalición “Juntos Haremos Historia”, que encabeza Morena porque representa el cambio real en el país.

También habrá elecciones en 9 estados de la República incluyendo Morelos y por ello merece una mención aparte. Sin duda en Morelos quienes pueden encabezar la candidatura por Morena son, por un lado, Margarita González Saravia, quien es una mujer con trayectoria social en la izquierda desde hace muchos años, tanto en la lucha campesina como en la lucha social urbana, fue fundadora de organizaciones campesinas, fundadora de la UCP, caminó del brazo con el gran luchador social el ingeniero Heberto Castillo cuando fue candidato presidencial, funcionaria pública en diversos momentos de la vida pública de nuestro estado, candidata a diputada local en 2015 en un momento difícil porque era la primer elección que enfrentaba Morena como partido y pocos querían ser candidatos, emprendedora y hoy Directora General en la Lotería Nacional del gobierno federal, cargo al que fue invitada directamente por el Presidente de la República. Mientras que el otro aspirante es Rabín Salazar que sería la tercera vez que aspira al cargo y que en las dos anteriores ocasiones no lo consiguió, ex alcalde del PRD en Jiutepec, ex diputado local y ex senador, hoy Subsecretario de Gobernación en el gobierno federal.

Un elemento que jugara un papel fundamental en la decisión es la paridad de género junto con otros factores, de los que hablaré en otra entrega, ponen en evidente ventaja a Margarita González Saravia sobre su oponente. A Morelos le hace falta una gobernante honesta, con vocación de servicio, que ataque de manera frontal la corrupción, que sepa administrar con justicia, que reconozca las diferentes luchas sociales para ser una gobernadora justa, que ponga orden en la administración y ese momento está por llegar. Es el tiempo de la transformación y en Morelos se tiene que sentir, tiene que llegar y eso solo lo puede garantizar alguien que busque el poder para servir y no para servirse. Así es Margarita.

*IR