Sin aplicar un solo protocolo para dar vista a otras instancias y garantizar la integridad del alumnado, la directora de la escuela primaria estatal “José María Martínez Ortega” en Irapuato ocultó el abuso sexual cometido en contra de un niño dentro del plantel, presuntamente por parte de tres niños de dos grados escolares superior al de la víctima.
Al intervenir representantes de la Secretaría de Educación del Estado ante la reacción de la madre y otras más que exigían conocer la situación, pretendieron silenciar todo ofreciéndole a la familia una beca y una despensa.
La situación que se hizo pública después de que ninguna autoridad actuó tras la denuncia de la madre ante la directora y ante la Fiscalía General del Estado (FGE), refiere que el 12 de mayo, en la escuela y durante el turno vespertino, tres alumnos de tercero -niños de nueve años- presuntamente encerraron a un compañero de primero de primaria (de seis años) en el baño de la institución y lo violaron.
La directora Alma Delia Vargas Castro fue omisa en aplicar cualquier protocolo vigente ante esta situación. Cuando la madre -una mujer que no sabe leer ni escribir- acudió al Ministerio Público, el agente la mandó de nuevo a la escuela para pedir a la directora que le diera los nombres de los alumnos presuntamente involucrados en el abuso. Según expuso la mamá del menor, la directora se negó, pero sí le ofreció una beca y despensas “para callarla”.
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Fue hasta que, desesperados, la madre y familiares de la víctima se plantaron frente al portón de la institución y expusieron públicamente lo sucedido al menor, que personal de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) se presentó, la tarde del jueves 20, cuando habían pasado siete días del hecho.
A los familiares se sumó la presión de madres indignadas y molestas que por horas exigieron les dieran la cara la directora. Desde las oficinas centrales, la SEG informó en una ficha que la directora y la maestra a cargo del menor fueron separadas del cargo mientras dura la investigación de lo que eufemísticamente definió como “presunta violencia escolar”.
En la FGE le recibieron a la madre del niño la denuncia penal que interpuso el lunes 16; la mandaron a buscar a la directora para que le solicitara los nombres de los tres menores presuntos responsables, sin ninguna asesoría ni atención psicológica para la víctima, según expuso.
El jueves 12 de mayo, la madre del niño víctima del abuso llegó como cada tarde a esperarlo afuera de la primaria. Cuando su hijo salió, se dio cuenta de que traía la ropa al revés, incluyendo la ropa interior. Al preguntarle, el niño le contó cómo había sido violentado sexualmente en el baño unas horas antes, e identificó a tres niños de tercer grado.
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También le contó a su mamá que después de lo ocurrido le habría comentado a su maestra, pero ésta no le tomó atención.
El lunes 16 la mujer presentó la denuncia ante el Ministerio Público. Un examen médico corroboró la violación sexual.
Sus familiares narraron a que personal de esta misma dependencia le pidieron a la madre que fuera a la escuela y que preguntara a la directora los nombres de los niños que violentaron a su hijo; es decir, que ella indagara los datos de los presuntos responsables.
Así, al día siguiente la mujer llegó a la primaria desde las 14:00 horas y solicitó hablar con la directora Alma Delia Vargas Castro, quien la tuvo esperando hasta las 20:00 horas sin entregarle los datos solicitados. Por el contrario, la directora le ofreció una beca y una despensa a la mamá para que ya no siguiera.
“La mandaron del Cereso [del Ministerio Público] para que fuera con la directora hablar y pedir nombres de los niños [presuntos responsables]. Ella nos comentó que la directora no les quiso dar el nombre de los niños y le dijo que le iba a ofrecer una beca para el niño, además de una despensa para que se callara, yo me imagino; no lo dijo exactamente [la directora] pero al ofrecerlo entonces qué quiere decir”, cuestionó una tía del menor.
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Explicó que la madre no sabe leer y escribir, además de que tiene un trastorno del habla. Han sido algunos familiares quienes la han acompañado ante las autoridades.
-¿El Ministerio Público le ofreció apoyo psicológico o asesoría jurídica?-
“No; hasta apenas ayer fue la Secretaria [de Educación Pública, le informó] que le iba apoyar en todo y para el psicólogo del niño”, dijeron los familiares.
Sin embargo, ya el martes previo personal de la Secretaría de Educación de Guanajuato había contactado a la mujer y le aseguró que la apoyaría en todo.
El jueves 19 madres de familia llegaron a la primaria, mientras personal de la SEG se reunía adentro con la directora y la madre de la víctima; algunas sacaron a sus hijos de la escuela hasta que les den garantías de que sus hijos no corren algún riesgo. Otras, indignadas por la actuación de las autoridades, se plantaron frente al portón principal exigiendo que la directora les diera la cara para saber qué ha pasado con los presuntos responsables, qué medidas tomó y por qué intentó acallar a la madre.
Ante la falta de respuestas, con piedras y patadas intentaron abrir el portón que estaba cerrado por dentro.
Para tratar de calmar la situación, el hombre les dijo a las madres presentes que hicieran una comitiva y entraran para que respondieran sus peticiones. La respuesta fue clara: “queremos que la directora nos dé la cara”.
*Con información de Poplab