La estrategia de quienes se sienten lastimados por ya no poder continuar haciendo grandes negocios con recursos públicos, no cede. Continúan criticando cualquier acción que lleve a cabo el Presidente de la república, desde la más mínima hasta las más importantes; y, por supuesto, las guacamayas repetidoras también intentan lo suyo repitiendo todo el tiempo los mismos mensajes.
Esta estrategia que no ha logrado incidir en la popularidad presidencial, la van a seguir utilizando porque aplican aquella frase de una mentira dicha mil veces puede incidir en el sentir general y por ello seguirán tratando de mermar la popularidad presidencial hasta el final de su mandato.
El tema de la inseguridad es su favorito porque la violencia en el país no cede. Y aun cuando se está atacando el problema de fondo, ellos seguirán insistiendo en que las cosas no cambian. El tema de la inseguridad está directamente relacionado con la pobreza y la falta de oportunidades en el país. Explico: desde que comenzó el periodo neoliberal, es decir, en la década de los 80´s del siglo anterior, se agudizó la desigualdad social. La distribución del ingreso inequitativa incrementó e hizo que unos cuantos concentraran la riqueza y la gran mayoría se hiciera más pobre. El gobierno mexicano decidió que el capital privado se adueñara de la riqueza del país en detrimento de la gran mayoría de la sociedad mexicana y con ello los problemas sociales, económicos y políticos se incrementaron.
Es a partir de entonces que la violencia en el país fue haciéndose cada día más difícil de controlar, hay varios ensayos, análisis e investigaciones que confirman esto, sería ocioso mencionarlos porque son infinitos. El capitalismo responde a su propia naturaleza, por ello era natural que esa tendencia se diera de esa forma. La ganancia es la máxima de nuestro sistema vigente y esa ganancia debe salir de algún lugar para que el capitalista pueda obtenerla, es decir, la mercancía se compone del valor del capital (que es lo que invierte el empresario) y el valor trabajo (que es el valor que le imprime el trabajador). Si el valor comercial de una mercancía es de 10 pesos, 2.50 son del valor del capital, 2.50 son del valor trabajo y 5 pesos son la plusvalía o ganancia. El neoliberalismo lo que provocó es que esa mercancía incrementara su valor comercial a 15 pesos por las variables económicas como la inflación. En esta ocasión el valor del capital es de 2 pesos por las innovaciones tecnológicas, el valor del trabajo sigue siendo 2.50 pero la plusvalía o ganancia se incrementa a 10.50 y eso explica la diferencia en la concentración de la riqueza; es decir, los ricos se hacen más ricos porque suben su ganancia y los pobres más pobres porque, aunque ganan igual el valor del dinero ya se deprecio y ahora compran menos con lo mismo que antes.
Explico lo anterior porque al haber más pobres éstos buscan una salida para mejorar su ingreso e insertarse a una sociedad de consumo que no los acepta por esa condición, y entonces el crimen organizado, que con esta situación se expande, los recibe con los brazos abiertos con las consecuencias que se manifiestan desde hace ya varios años. Este problema no se puede erradicar en 3 años que lleva este gobierno, es un problema estructural que va a llevarse varios años para corregirse. Pero mientras tanto también como sociedad tenemos que aportar nuestra parte y ser conscientes de este hecho. La desintegración familiar también está relacionada con esto, hay que trabajar más para que el ingreso alcance por lo que se descuida el núcleo familiar, se incrementa el estrés y por supuesto es un laberinto sin salida, o ésta se ve lejana.
Este diagnóstico lo tiene el gobierno federal y también los detractores, pero se empeñan en manipular para generar incertidumbre porque con eso ellos creen ganar. Es importante tener claro que revertir la tendencia de la pobreza no es solo generando más empleos. Estos deben ser mejor pagados y el estado tiene la obligación de influir para que esto ocurra. Por ello el camino de la 4T es el correcto, hay que apoyar a los que más lo necesitan para aspirar a quitárselos a los criminales, pero también hay que hacer que la concentración de la riqueza se distienda y comience a permear en más sectores de la población. Si la riqueza fluye con los que menos tienen seremos una mejor nación, más justa y equitativa, lo cual debe ser un objetivo de un gobierno justo y democrático como el actual.
*IR