Fue hasta su tercer intento de abuso sexual cuando el sacerdote Mauricio Víquez violó al menor Josué Alvarado de 11 años, aprovechándose de su necesidad económica a cambio de que callara la vejación que había cometido se dispuso a pagarle.
El abusador sexual (en ese momento sacerdote activo) no solo cometió agravio contra el menor de 11 años, otras personas lo señalaron de haber hecho lo mismo, pero el Ministerio Público de las cuatro acusaciones similares solo determinó 20 años de prisión por el caso de Alvarado.
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La victima narró que fue a sus 11 años cuando empezó a tener relación de trabajo en la parroquia de Patarrá de Desamparados en Costa Rica, ahí el entonces niño previo al abuso sexual comprobado, fue contratado por el hoy ex sacerdote.
Josué recuerda que los primeros trabajos que hizo fue recoger hojas, lavar el carro y limpiar algunas partes de la iglesia, a cambio su agresor sexual hacia algunas dadivas que servían al menor ya que él era parte de al menos ocho hermanos que vivían sin tener el cuidado de la madre.
Antes de haberse consumado la violación sexual, Josué recordó que hubo tres intentos, pero él no supo identificar las señales de alarma, pues era muy pequeño y no le generaba desconfianza la figura religiosa del sacerdote.
La primera vez, recordó, fue cuando su agresor sexual se percató que el menor de edad tenia cicatrices en el vientre, pidiéndole que se las mostrara, una vez esto el adulto empezó a realizar tocamientos lesivos en las partes íntimas del infante.
En otro momento, el ex sacerdote le pidió al niño que le hiciera masajes en el pecho, sin que eso pudiera levantar sospecha pues el menor hacia lo mismo con su abuelo como parte de sus trabajos terapéuticos. En ese momento fue obligado a hacer felaciones al adulto religioso.
La tercera vez fue cuando la agresión sexual considerada “violación sexual”, fue como se consumó, sin mayores detalles Josué narró que después de lo sucedido el hoy enjuiciado le dio dinero como paga de la violación.
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Aun cuando las otras denuncias del mismo número de víctimas de violación no lograron prosperar jurídicamente, con la agresión cometida contra Josué, la sentencia para el ex religioso alcanzo los 20 años de prisión, ante este falló, las otras personas agredidas le dieron el acompañamiento a ahora adolescente.
Las víctimas de abuso fueron identificados como: Michel Rodríguez, Anthony Venegas, y Carlos Muñoz.
Al final, Josué sostuvo que hoy al ser un hombre casado y padre de dos hijos al conocer que después de doce años de haber vivido la experiencia más horrible de su vida, ha perdonado, y al saber que se hizo justicia el fantasma de esta vivencia descansa en paz.
*MG