El obispo de la Diócesis de Cuernavaca Ramón Castro Castro reconoció que Morelos es uno de los estados con mayor violencia según las estadísticas que se tienen a nivel nacional, por ello, llamó a los delincuentes a mantener los códigos establecidos y no matar a niños ni a mujeres "que no maten a nadie", pidió.
Ante esta realidad, el obispo hizo una enésima llamada a la búsqueda de la paz, de la justicia y de la verdad y sobre todo de ir a las raíces de esta violencia para conjuntar esfuerzos y determinar lo que se puede hacer ya sea el gobierno, iglesia y sociedad porque esta situación no puede continuar así.
El obispo lamentó que hoy las bandas criminales estén descuartizando a las personas, lo cual y desde su haber deja ver un signo del "cáncer de la maldad" de que el corazón humano ha perdido lo que está a su alcance.
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El hecho de descuartizar a las personas de esa manera y de que exista tanta violencia deja ver una manifestación de que algo mucho más grave está pasando en el corazón de la humanidad.
El llamado expuso el obispo, es a retomar la dimensión del valor de la vida, de la familia y del mundo.
"Yo le diría a los delincuentes que no toquen a nadie ni niñas, ni niños ni adolescentes ni adultos a nadie y que se respete y defienda la vida", expuso.