Activistas que integran “La Caravana por la Vida y el Agua” clausuraron simbólicamente la entrada principal de la termoeléctrica de Huexca pues consideraron que este es uno de los megaproyectos que atenta contra la vida, el territorio y el agua.
La caravana salió de Puebla el 22 de marzo, su punto fue la Casa de los Pueblos, construida sobre las antiguas instalaciones de Bonafont en Juan C. Bonilla y arribó el 10 de abril a San Pedro Apatlaco en Ayala, tras 20 días de trayecto visitando localidades amenazadas o impactadas por megaproyectos que atentan contra el agua.
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Miguel López Vega, integrante de la caravana, señaló que el objetivo de la caravana es lograr la recuperación del agua, los ríos, los montes y el territorio para que no sean entregados a empresarios extranjeros, pues estos pertenecen a los pueblos originarios.
En su paso por Huexca, los integrantes de la caravana fueron recibidos en el centro de la comunidad por habitantes y miembros del Frente en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos.
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Al llegar a la entrada principal de la Termoeléctrica de Huexca los inconformes determinaron realizar una clausura simbólica, como muestra del rechazo a la imposición de proyectos como el PIM y a la represión que han sufrido las comunidades en resistencia.
Mas tarde el contingente siguió su camino a la comunidad de Amilcingo, el pueblo de donde era originario Samir Flores Soberanes, activista asesinado en 2019 por ser el principal opositor a la termoeléctrica de Huexca.