La posibilidad de ver al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y, exponer los problemas que no han encontrado solución en Morelos, llevó a un grupo de morelenses hasta el “Puente Apatlaco” o “Puente Sin Fin”, una obra carretera inconclusa, ubicada en los límites de Cuernavaca y Temixco.
Hasta allá, arribaron los representantes de organizaciones sociales y familiares de María Luisa Villanueva, una mujer originaria de Guerrero, internada en el CERESO de Atlacholoaya desde hace 24 años, acusada de secuestro, pese a ser inocente.
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Ellos y ellas, buscaronlaposibilidadde entregar una solicitud, para que el presidente de México, conozca del caso y contribuya a su liberación.
Era mediodía, el sol estaba a plomo, pero ellos continuaban en espera, hasta que la camioneta del presidente apareció. La presidenta del Movimiento Neofeminista, Lidia Berumen Solano se acercó a la ventanilla y en un gesto por llamar la atención, besó la mano del presidente y este, sorprendido, tomó la carta. “Todo lo que sea por lograr la liberación de María Luisa Villanueva Márquez”, justificó la activista.
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