Consejo Universitario destituye a directora de Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
El Consejo Universitario de la Autónoma del Estado de Morelos definió el destino de la titular de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Graciela Quiñones Bahena: con 109 votos a favor, se dispuso su destitución.
Los estudiantes, que primero exigían el regreso del orden y el fin de los abusos contra profesores, alumnos y personal se la facultad, al escuchar el resultado de las votaciones de los integrantes del Consejo Universitario, reaccionaron con un grito: "Sí hay justicia".
Con eso culmina una etapa de la crisis que atravesó la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales desde el 16 de noviembre pasado.
Los estudiantes seguían desde los pasillos la sesión del Consejo Universitario, atentos a sus celulares. No obstante, avanzaron librando un cordón de control que mantenía personal de seguridad, pero respetaron el segundo, y fue ahí donde empezaron a gritar en el pasillo: “Destitución”, lo mismo que “Justicia”.
La sesión del Consejo Universitario fue transmitida vía internet, y los estudiantes colocaron una mesa para seguir las incidencias. Con un altavoz, amplificaron el sonido para que todos escucharan.
La Comisión de Honor y Justicia expuso alrededor de 30 puntos por los que tanto profesores como estudiantes, lo mismo que trabajadores de la Facultad de Derecho expresaban su exigencia de destitución contra Graciela Quiñones Bahena como titular.
Entre lo expuesto, señalaron que la Directora de la Facultad, además de su prepotencia, exigía adhesión plena a ella y sus incondicionales, dificultaba trámites, como el de algún estudiante que cambió de género y se negaban a actualizar su documentación, o el hecho de que a varios profesores no se les asignaron clases sin mayores explicaciones, dejándolos en la incertidumbre de no saber qué hacer, o mudar a otros campus a desempeñar su labor.
Cada exposición de los problemas fue acompañada en el pasillo por los gritos de los estudiantes, exigiendo tanto la destitución como justicia.
En esa primera instancia, el reproche de la Comisión de Honor y Justicia a la directora de la Facultad fue que pudo haber detenido cada conflicto atendiendo las peticiones. Sin embargo, y fue lo que consideró no menos grave que las vejaciones denunciadas por alumnos, es el hecho de que en ningún momento, como autoridad universitaria, mostró disposición al diálogo, a la negociación y mucho menos a resolver los problemas que le planteaban, la mayoría de los cuales fueron causados por sus actitudes.
Cuando tocó el turno de escuchar a Quiñones Bahena, expuso que la Comisión de Honor y Justicia no tenía facultades para su destitución, e intentó explicar que sí dio respuesta a cada una de las quejas presentadas por los alumnos, quienes nuevamente gritaban, desde el pasillo, pero ahora un rotundo “Miente”, y que no eran unos cuantos.
Cuando tocó el turno de conteo de los integrantes del Consejo Universitario, cada estudiante repetía el número, hasta llegar a los 109 que determinaron la destitución de la directora de la Facultad de Derecho.
Las manos arriba de muchos, otros abrazándose, algunas alumnas llorando, y un nuevo grito: “¡Sí hay justicia!”