Carreras con caballos drogados
Tras una investigación de PETA, organización por el derecho de los animales, obtuvo como resultado que en las carreras clandestinas de caballos, los animales están drogados.
La investigación se realizó en Georgia, Estados Unidos, aunque PETA no duda que esta irregularidad se practique en otros países.
Fue durante 10 meses en los que PETA monitoreó carreras en el Rancho El Centenario, una de las pista clandestinas más conocidas, donde descubrieron que dos a seis caballos son obligados a correr de 5 a 400 yardas y para lograrlo recurren al dopaje de los sementales.
En la documentación de carreras desde junio de 2021 a finales de la primavera de 2022 se encontraron docenas de jeringas que eran utilizadas previo a la carrera de los caballos.
Tras realizar un análisis a dichos objetos se detectó que las jeringas contenían cocaína, metanfetamina, metilfenidato y cafeína.
Además, los jinetes hacían uso de descargas eléctricas hacia los caballos, así como el azote constante al animal.
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Los eventos no cuentan con una comisión estatal de carrera, mucho menos presencia de veterinarios o ambulancias.
Una de las consecuencias de estas prácticas provocaron la muerte de varios caballos, pero también de algunos jinetes, uno de ellos Román Chapa, o bien las lesiones graves en los animales, un caso particular donde un caballo colapsó, su pierna colgaba y tuvo que ser sacrificado con un disparo en la cabeza.
Al ser carreras clandestinas PETA pudo observar que los jinetes y propietarios de los caballos tienen un mayor ingreso económico a las que registran en un hipódromo convencional, porque andan caminando con los fajos de billetes en las manos.
Kathy Guillermo, vicepresidente senior de PETA, calificó como un descontrol, por lo que pide se haga justicia.
“PETA pide una investigación penal sobre el cierre de este hipódromo y otros similares”, expresó Kathy.
El Rancho El Centenario no sería la única sede de estas irregularidades, PETA tiene detectado otros en 28 estados de Estados Unidos.
*IR